El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La cobertura de los 500 años del nacimiento de Martín Lutero en el diario El País, en 1983, llama la atención por la calidad de las aportaciones y enfoques.
'Protestantismos y modernidad latinoamericana' se consolidaría como una referencia historiográfica inevitable para cualquier estudio del tema.
Un referente indispensable para comprender la evolución histórica y social de los protestantismos en América Latina.
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, enfrenta una crisis política por un conflicto con el fiscal anticorrupción Iván Velásquez. Muchos evangélicos le apoyan “sin examinar a fondo los problemas que afectan la coyuntura actual”, explica Israel Ortiz.
La Reforma protestante, dice Chaunu, “fue, ciertamente, desde el punto de vista histórico, una ruptura; pero con la intención de corregir una desviación, el llamado a una verdad más que a una falsa continuidad”.
El historiador francés contrapone dos fechas muy puntuales: el 31 de octubre de 1517 y el 21 de mayo de 1536, interpretadas como punto de partida y de llegada, respectivamente.
Poeta e historiador de las ideas que vivía ambas facetas de manera natural y que alimentó una con la otra permanentemente.
La naturaleza y la cultura se funden en la persona del visionario que no deja pasar la ocasión para mirar más allá de sí y relanzar la fe hacia horizontes nuevos y autocríticos.
El protestantismo latinoamericano contemporáneo es impensable sin la figura de Justo L. González.
El tema del curso fue “El mundo de Carlos V: 500 años de protestantismo. El impacto de la Reforma en la Europa imperial y actual”.
Su obra puede catalogarse como una “poesía ontológica”, pues como ella tuvo bien claro, siguiendo a Novalis y Martin Heidegger, “la poesía es la fundamentación del ser por la palabra”.
Poema de Francisco E. Estrello, recogido en la obra "El Salmo fugitivo. Antología de poesía religiosa latinoamericana, recopilado por Leopoldo Cervantes-Ortiz. (selecciona Isabel Pavón)
El esquema de la obra es sumamente atractivo, pues el autor ha querido condensar en relativamente pocas páginas (134, en la traducción) algo de su profundo conocimiento sobre el reformador y el movimiento que encabezó.
El lema de la asamblea fue: “Dios de vida, renuévanos y transfórmanos”.
Una conversación con Héctor Conde Rubio, autor de la tesis de maestría en Teología y Mundo Contemporáneo titulada Mujeres ministras: una mirada ecuménica en torno a la ordenación de mujeres, defendida en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en agosto de 2016.
Estamos ante un “libro militante” fruto de la experiencia de un laico católico que ha respondido a las exigencias sociales y políticas de su tiempo.
Un poeta como Carpio, capaz de reconocer lo sucedido durante las reformas religiosas del siglo XVI, y que, inconforme con ellas, canta el suceso con singular claridad y transparencia.
La obra, que incluye 125 entradas, integra la colaboración de 113 autores, originarios de 12 países, y procedentes de diversas instituciones de nivel superior
Quizá uno de los mayores logros de la Reforma haya sido el redescubrimiento de la individualidad, es decir, la necesidad de asumirse como sujetos personales para acercarse y encontrar a Dios.
Durante mucho tiempo el nombre de Rubén Jaramillo Méndez ha estado un tanto proscrito en los anales del metodismo mexicano.
Al cumplirse este 16 de mayo cien años del nacimiento de Juan Rulfo, nuevamente sale a la luz el reconocimiento de su breve e intensa obra
El título del volumen hace alusión al empeño constante de los seres humanos actuales por labrarse una vida que poco tiene que ver con la felicidad y sí con un mundo cada vez más alejado del “cielo” en el que antes se creía.
Lo que llegó a la América hispano-católica, explica la autora, fue una caricatura del reformador.
El trabajo de Mayer ayudará a muchos lectores latinoamericanos a clarificar su visión sobre la vigencia actual de la Reforma en medio de los cambios sociales y culturales que se están experimentando en todas nuestras sociedades.
El periodo colonial fue, por sí mismo, un curioso caldo de cultivo que incubó, por “asimilacion inversa”, para decirlo de algún modo, las ideas que estaban contribuyendo a modificar el rostro de las sociedades occidentales.
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