El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
“Vemos a personas que han seguido a Cristo, y ha sido gracias a un himno”, nos cuenta Elisabet Suárez, integrante del coro desde sus comienzos en 1974.
Si hemos sido hechos para el Autor y Señor de la vida, no es extraño que al prescindir de Él, nos da esa sed para descubrir que solamente en Jesús podemos ser satisfechos.
¿Por qué hemos de morir? Es porque tenemos el problema que la Biblia llama el pecado. Sólo un Hombre perfecto nos puede librar de ella. Dios se hizo hombre “para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte”.
En la vida, solemos lamentar los errores y soñamos con volver a empezar. La buena noticia es que a través de Jesús, es posible tener nueva vida, como explica él mismo en su conversación con Nicodemo.
Jesús era lo contrario a alguien aburrido, y por eso le vemos como invitado a una fiesta.
Cuando uno se para a pensar en el propósito de la existencia, solo hay dos respuestas: o todo ocurre por azar, o realmente hay un propósito. Para Juan, la pregunta más importante es quién es Jesús.
A muchos les sigue resultando extraño que para entender quién es Jesús, tengamos que preguntarnos por qué murió, pero esa es la lógica del Evangelio.
Nunca, hasta ahora, se había publicado un libro tan exhaustivo sobre un tiempo esencial y decisivo en la trayectoria de Dylan como este “Slow train coming. Bob Dylan y la cruz de Jesús”, de Ana Aréjula y Luis Lapuente.
La vida está llena de decepciones y errores, una y otra vez convivimos con nuestros propios fracasos. En este texto clave, encontramos dos ejemplos con un final distinto: Pedro y Judas.
Las señales de lo que viene no son para inspirar miedo o pánico, sino para traer esperanza en su persona si estamos preparados para ese día.
La unión de la política y la religión produce siempre mucha confusión. Te lleva a encrucijadas sin salida, como la cuestión que le plantean a Jesús en este capítulo.
Niel González y su banda lanzan ‘Sed’, donde se explora el valor de ser cristiano, las luchas del día a día y la esperanza para quienes confían en Jesús.
Nuestra cultura está dirigida por la codicia, llevándonos tantas veces a la destrucción social o personal. El dinero se puede convertir en un dios para nosotros, y Jesús advirtió de su peligro.
El Dios que nos presenta Jesús no es un relojero ciego, sino un Dios presente, que escucha y se relaciona con su creación.
Hija del histórico pastor David Muniesa, a Lídia se le reconoce así su labor durante más de diez años al frente de la iniciativa ‘Projecte Música al barri’, por el que han pasado más de 200 niños.
Todos nos vemos mejor de lo que somos, pero se trata de una ceguera muy común. Hoy nos paramos a examinar lo que Dios tiene que decir de cada uno.
El amor al dinero es el origen de muchos males. Jesús veía la avaricia en el corazón y denunció la hipocresía de los religiosos.
Todos tenemos un sentido de extravío, pero Jesús nos muestra en qué sentido necesitamos ser rescatados, a través de tres historias: la oveja perdida, la moneda perdida y los hijos perdidos.
El problema de la religión es que nos puede volver engreídos. Por eso Jesús le da la vuelta a esa aspiración, enfatizando que los últimos serán los primeros.
Aunque creemos tener la vida por delante, lo cierto es que enfrentaremos el final en el momento más inesperado.
La mirada hacia delante que nos hace cambiar nuestra perspectiva en la Biblia viene marcada por la profecía. Porque no solo importa mirar al pasado, sino también al futuro.
El gran autor de la música y la poesía es Dios y en mi más profunda humildad, todo lo mío siempre es para él.
Este fin de semana organizan unas jornadas formativas y un concierto en el que participarán Nancy Roncesvalles y Amos Obasohan.
La ambición económica parece que controla nuestras vidas, lo que se expresa en nuestra relación con el dinero y lo que en él buscamos. Jesús advirtió que las riquezas se pueden convertir en idolatría.
La neutralidad es un mito, dado que todos acabamos creyendo en algo. A Jesús le demandaban una señal, pero les mostró cómo aquellos que lo pedían ya habían decidido.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.