El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los libros de memoria, como este de Diego Teruel, constituyen un legado maravilloso, el don de resucitar el pasado, el único paraíso de donde no podemos ser desterrados porque es nuestro, permanece vivo en las fibras del corazón, entre los laberintos de la mente.
El Nuevo Testamento que habrá otra señal antes de que Cristo venga a la tierra: el enfriamiento del amor y la multiplicación de la maldad.
No olvidamos nada. Todo continúa existiendo en nuestra conciencia. La memoria es un faro luminoso que nos guía en las tormentas de la vida. Memoria y autobiografía tienen el mismo significado y persiguen el mismo objetivo: recordar el pasado y contarlo.
Examinaré brevemente algunas de las señales que han de preceder a la segunda venida de Cristo.
“Las grandes verdades de siempre (verdades de la fe), pueden ser arrinconadas e ignoradas hasta transformarse en reliquias del pasado sin relevancia social en el presente”.
Tras hablarnos de su ascensión a los cielos insisten en el hecho de su segunda venida. “Desde allí - dicen- ha de venir”.
¿Puede el amor de una mujer profundamente creyente ser tenido en cuenta por Dios para conceder la salvación del alma a quien se jactaba de haber matado a 32 hombres y haber seducido a un elevado número de mujeres? La respuesta nos la da el apóstol Pablo en la carta que escribe a los cristianos de Roma: “¿Quién entendió la mente de Dios?”
Tras resucitar, el Credo dice que Jesús "subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre".
La resurrección de Cristo es un hecho innegable. Por ella tenemos entrada al Padre y derecho a la vida eterna.
La primera parte del Don Juan Tenorio, de Zorrilla, ha tratado de aventuras y amores. En la segunda parte, la obra adquiere un vigor eminentemente religioso, teológico.
Cristo es la escalera que nos lleva al Padre. Él es el camino seguro hacia el cielo, la única verdad en materia religiosa, la vida para el alma y el abogado que nos defiende ante el Padre.
En toda la escena Don Juan habla a Don Gonzalo de su salvación, de su confianza en que Dios le ha enviado a Doña Inés para a través de ella alcanzar el cielo.
Su sufrimiento y su muerte fueron vicarios. Hay que insistir en esto, para no quedamos con la imagen de un Cristo hombre que muere por sus semejantes en un acto de heroico martirio
La tercera escena del cuarto acto tiene lugar el intercambio de palabras amorosas que marcan el punto culminante del romanticismo en la obra de Zorrilla.
No hay en Cervantes burla grosera. Su humor es fino, acerado, culto, delicado, elegante, como lo entendió Víctor Hugo.
Este hombre es, hoy día, el Hombre que el ser humano necesita.
Juan Antonio Monroy explica cómo los grandes temas del Quijote -Dios, el amor, la vida, la muerte, la eternidad- resuenan como un eco de las enseñanzas de la Biblia.
No hay hombre tan valiente a quien el amor no logre dominar. El amor pone en libertad a los esclavos y esclaviza a los fuertes.
Su concepción sobrenatural puso a Jesús en una clase única, porque es el único que ha existido como Dios y hombre a la vez.
Partid los días del año entre las que ahí encontráis. Uno para enamorarlas otro para conseguirlas, otro para abandonarlas, dos para sustituirlas y una hora para olvidarlas.
La pregunta que se hacen estos días los gobernantes occidentales es qué va a ocurrir ahora en Cuba. Ha muerto Castro, pero continúa el castrismo.
Existen en nuestras vidas muchos “señores” que hemos de desterrar, porque impiden el señorío absoluto de Cristo sobre nosotros.
"Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo los claustros escalé y en todas partes dejé memoria amarga de mí".
Si en los Evangelios le vemos actuando como hombre, también le vemos obrando como Dios.
Lo extraordinario de esta obra es que su autor escribe en sólo veintiún días el fantástico drama que consta de siete actos divididos en dos partes
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