El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
“Las misericordias, sobrina, son las que en este instante ha usado Dios conmigo, a quien, como dije, no las impiden mis pecados.".
Ni yo declaro, ni yo decreto, ni yo sano, ni yo salvo. La ilusión de mi vida está en la lucha por la verdad, más la victoria no depende más que de tu buen hacer.
Aprendamos del Maestro. Sus estilos de vida, sus prioridades, sus formas de relacionarse, sus formas de acercamiento al prójimo despreciado por muchos de los religiosos.
Si no somos misericordiosos con nuestros semejantes es porque todavía no hemos comprendido lo que significa la gracia y la misericordia de Dios en nuestra vida.
La mejor manera de poner a prueba la verdadera misericordia es frente a la ofensa injusta.
Los misericordiosos son los que abren su corazón, o sus entrañas, ante el sufrimiento de sus semejantes y procuran ayudarles a disminuir sus males.
Un poema de Osvaldo Pol extraído de la obra 'El salmo fugitivo: antología de poesía religiosa latinoamericana', editada por Leopoldo Cervantes-Ortiz. (selecciona Isabel Pavón)
Don Quijote de la Mancha: "En fin, sus misericordias (las de Dios) no tienen límite, ni las abrevian ni impiden los pecados de los hombres”.
¡¡Ay, ay, ay de todos nosotros si seguimos una simple religiosidad de cumplimiento, pero falta de misericordia.
Amenazados por la creciente pléyade de sacerdotes de la muerte, hallar hoy a personas misericordiosas es como descubrir con lupa una estrella de otra constelación.
“No te escondas” (Deut 22:1-4). Algunos/as tal vez recordarán la famosa caricatura de los tres monos.
Juan Algaba
Los obstáculos son parte del trayecto, solventarlos no está al alcance de todos.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.