El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Planteada como una de las promesas fundamentales de la legislatura, la medida afectaría a 13 millones de personas y los salarios se conservarían igual. “El ejecutivo está tratando de consolidar sus bases electorales”, opinan algunos evangélicos.
La Iglesia puede y debe ser un lugar donde las personas puedan hablar sobre la pérdida de su negocio, su frustración y confusión sin ser presionadas a explicarlo.
¿Tenemos los cristianos elementos suficientes para trabajar sobre una pastoral del mercado?
Los nuevos empleos, la precariedad o el paro juvenil son algunos de los elementos que hacen necesario repensar la forma en la que las congregaciones han abordado la cuestión del trabajo.
El grupo, liderado por Francisco y los responsables de grandes multinacionales, está formado por 500 compañías que representan a 200 millones de trabajadores en 163 países del mundo.
Sintió como nunca antes que creía, que esperaba y que amaba.
Si bien las enormes reducciones de la pobreza son motivo de celebración, también hay razones para que nos preocupemos por la naturaleza actual de la economía mundial.
La ética bíblica del trabajo choca de frente con un sistema laboral deficitario, según la Organización Internacional del Trabajo, en “bienestar material, seguridad económica, igualdad de oportunidades y margen suficiente de desarrollo humano”.
Casi 900 participantes de 110 países soñaron en Manila (Filipinas) con un “gran movimiento de Dios a través de creyentes en su lugar de trabajo”.
― Tú, que por no comprar ni me regalas unos miserables aretes, ¿ahora has caído en la tentación consumista de esta generación?
El cuerpo y la dignidad humanos tampoco están exentos de las presiones del libre mercado.
La compañía de contenidos audiovisuales sigue destacando en la publicación de material religioso, después de anunciar la creación de contenido para público cristiano.
La divisa digital rompe con los organismos que convencionalmente han regulado los valores monetarios pero mantiene el objetivo del mayor beneficio posible para quienes invierten. “En la iglesia tiene que ser un instrumento para repartir justicia”, dice el economista Jorge Saguar.
A los cristianos les cuesta admitir que el capitalismo es uno de los principales propulsores de la descomposición social y moral de las sociedades occidentales.
Cada vez más españoles aceptan contratos sin sueldo. Además proliferan ofertas de trabajo falsas para estafar a personas que ansían salir del paro.
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