El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Bajo la queja de no tener propósito en nuestra vida, se esconde demasiadas veces un enfoque mucho más egoísta de lo que nos gusta reconocer.
Desentrañar las razones del apoyo de los evangélicos blancos a Trump en las elecciones presidenciales de 2016, es el objetivo del nuevo libro del escriitor John Fea.
Estamos todos dentro de esta locura que se ha impuesto en el último tiempo y no parece que tengamos muy claro cómo vamos a salir.
Vídeo-reportaje de RTVida del acto celebrado en el Café Gijón de Madrid el pasado 20 de enero, con entrevista al galardonado.
La injusticia y los excesos se pueden producir tanto de unos lados como de otros.
El individualismo, el vacío existencial o la intolerancia al sufrimiento marcan la evolución de nuestra sociedad en el ámbito de la psique. Dialogamos sobre ello con Pablo Martínez Vila, dentro de nuestra serie ‘La década en resumen’.
No me quiten una religión para sustituirla por otra, porque igual de mal me parecería que se impusiera un credo como el otro a quienes no comulgan con él.
Fea resume las que considera razones que llevaron a la población evangélica blanca a identificarse con el proyecto de Trump.
La obra de Villacañas ha contribuido de forma muy importante a que la sociedad española no siga ignorándonos.
Al recibir el premio, José Luis Villacañas reivindicó la memoria protestante e invitó a no dejar florecer “la nueva injusticia de hacer del protestantismo una forma de vivir que se considere completamente ajena, contraria y enemiga de España”.
Este déficit se presenta en la población evangélica que al leer fragmentariamente la Biblia extravía el sentido integral de la Palabra y no hace justicia a la progresividad de la Revelación.
Muchos de los problemas en los que nos metemos, muchos de los hábitos viciados en los que estamos instalados, no importa en qué ámbito concreto de nuestra vida, tienen que ver con esta cuestión.
Eso que buscamos y no tenemos, en definitiva, son diferentes facciones del anhelo de salvación que toda persona tiene dentro.
La crueldad de la Inquisición no fue un invento de Guillermo de Orange, sino una atrocidad cuyos mecanismos describieron bien españoles que sufrieron persecución.
Reina, Antonio del Corro y Cipriano de Valera, entre otros, se identificaron plenamente con los postulados evangélicos y se distanciaron de las enseñanzas de la Iglesia católica romana.
Empezamos 2020 con ilusión, pero también con incertidumbres. La presencia de Dios en nuestra vida no garantiza que todo sea “verdes prados y delicados pastos”.
Queremos algo distinto, pero cualquier cosa menos esa Navidad que nos molesta porque exige de nosotros una respuesta que nos cambiaría la vida.
En España no hubo Reforma protestante, pero sí reformadores.
Nos ofendemos con lo que ofende a Dios en esta era “tolerante” nuestra. Pero creo honestamente que no estamos acertando con las formas.
Es un clamor revolucionario para transformar el establishment y sustituirlo por el orden de cosas que proclamó Jesús como característico del Evangelio del Reino.
Las relaciones hoy en día se miden de forma mercantilista: me suma o me resta. En el centro, uno mismo, y de ahí el “me” repetido, como mínimo, dos veces.
Reina y otros españoles abogaron por el respeto a la conciencia y rechazaron la coacción para imponer una forma de creer.
Casiodoro de Reina pudo concluir la traducción de la Biblia y publicarla debido también a la red que le apoyó protegiéndole y proveyéndole de los fondos necesarios.
Al valorar el aporte que aquel sufrimiento trajo, lo hacemos “a toro pasado”, una vez transitado el camino porque, mientras estábamos en él, todo parecía un absoluto sinsentido.
En este tiempo nuestro lo que sí sucede es que los cambios se producen más rápido, de forma más brusca, más violenta, más sangrante.
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