Presento una radiografía de la sociedad que, aunque nos cause asombro, sorpresa y tal vez vergüenza, hemos edificado en las últimas generaciones.

Una vez ganado con justicia su derecho a hablar en el ágora humana, Helen no duda en levantar la voz para demostrar que el sueño sin fin de sus ojos y oídos le permitió despertar un sexto sentido.

¿Es posible existir entretenidos solo en cosas, de tal modo que la vida se nos escape entre las manos sin poder disfrutarla en realidad?

El vendrá, sin ninguna duda, lo ha prometido. La pregunta es ¿qué encontrará cuando lo haga?

Cuando Jesús tenía que ponerse fuerte y decir lo que tenía que decir, lo hacía con la mayor firmeza, pero me encuentro con escenas bíblicas y textos de la Escritura que me enternecen el alma.

Vivimos tiempos, creo que más que nunca, en los que la mentira e hipocresía reinan a sus anchas.

La fe nos ofrece la posibilidad de continuar confiando en Dios, al mismo tiempo que aceptamos los límites de nuestra humanidad.

Él decía que invitar al Señor a morar en nuestro interior, bien por primera vez o en miles de sucesivas ocasiones de otro modo, era como invitar a alguien a nuestra propia casa.

¿Existe otra forma de vivir? ¿O debemos conformarnos con ser parte del sumiso “rebaño lanar” en un mundo corrupto?

Las prisas no son buenas.

Habacuc es el portavoz de las grandes preguntas que creyentes y no creyentes se han hecho a lo largo de la historia.

Sus enseñanzas están al alcance de todos los que quieran escucharle.

En el escaparate de las apariencias, si yo me lo creo y los demás me lo confirman, ¿para qué quiero más? ¡Qué deshumanización más radical!

Algo sí que tengo por cierto, mi Jesús regresa pronto ¡Maranatha!

La marca del cristianismo, el luchar por los más débiles y desfavorecidos, está como una huella muy importante en todo lo que hizo y en todo por lo que luchó.

Estoy aquí por designación de Dios, bajo su cuidado, su guía y para su tiempo.

Es en momentos así donde se juega la fe cristiana el todo por el todo. Y, entonces, hay que preguntarse ¿Vale la pena creer en Dios?

La oración debería comenzar desde arriba, desde donde nace el río, y entonces esperar que la gracia sublime, maravillosa e infinita de mi Padre, fluya por las corrientes de su misericordia.

¡Qué ejemplo el tuyo, Joana!! Nunca lo olvidaré.

Méliès, que proyectaba material evangelístico una vez al mes, no ha resistido el impacto económico del confinamiento. 

¿Cómo actúo? ¿Cómo me muevo? ¿Qué le estoy demostrando al mundo de mi fe en Cristo?…

La vejez no puede interpretarse como una vida perdida, porque se convierte en una existencia acumulada para que los demás contemplen su belleza y hermosura.

“Lo mismo pude haber puesto Cuatro novelas ejemplares. ¿Por qué? Porque este prólogo es también una novela”, escribe Unamuno.

Dios está caminando en medio de los sanitarios que se enfrentan a situaciones imponderables que desbordan todas las posibilidades humanas.

Cuando medito en todo lo que he vivido por años con amigas queridas y en un año de pérdidas y peligros, sólo puedo pensar en el verdadero significado de la palabra amistad.