El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Un amigo de toda la vida, Andrés Díaz, católico piadoso, le sugirió antes de morir la necesidad de prepararse espiritualmente. Don Ramón respondió con gesto dilatorio: “Yo siempre he estado bien con Jesucristo”.
“¡Dios! Dios está en lo inmenso, en la altura, ¡quién sabe! ¡Me abismo en Él si pienso! ¡En ese hondo misterio todo cabe!”.
El 28 de enero fue el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, quien unió a la queja. Dijo: “España no debería dejar pasar la oportunidad de darle a esta efeméride el eco y la resonancia que nuestro escritor epónico merece”
Autores ingleses, norteamericanos y algunos franceses hacen de Shakespeare ya miembro de la Iglesia Anglicana, ya hugonote, puritano, calvinista, maniqueo, humanista cristiano, etc.
“A ti, mi Dios deseado y deseante, sólo puedo llegar por la fe, fe de niño o fe de viejo… En Jesús, que iba creciendo conmigo, yo fui viendo a mi Dios de entonces, su Padre, el Padre Dios, el Padre eterno”.
"Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma".
“Las pasiones religiosas, exaltadas hasta el frenesí, dieron lugar a una especie de guerras civiles, llamadas de religión, parciales e intermitentes que duraron unos 36 años, desde 1562 a 1598”.
He aquí un breve comentario de dos libros publicados por Alfredo Pérez Alencart ('Hasta que él vuelva') y el mismo junto con Luis Cruz-Villalobos ('Carne del Cielo').
En 'Cien años de soledad' abundan las reflexiones sobre Dios, la presencia de la Biblia, referencias a la creación tal como se cuenta en el Génesis, las plagas de Egipto, el éxodo del pueblo judío, la historia del diluvio, el apocalipsis de los últimos tiempos.
Ahora, en competencia con los audiovisuales y la electrónica, el libro tiene una importante labor que cumplir en la propagación de la fe cristiana.
El poeta sevillano Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura 1977, llamó los sonetos de Lorca “Sonetos del amor oscuro”.
Releer las historias del evangelio de Juan tal como las cuenta Park no cansan, al contrario, regocijan, avivan la fe, revitalizan la vida espiritual, nos proporcionan una visión nueva de los milagros que Jesús llevó a cabo.
Dice en el prefacio José Mª Martínez “El Tesoro de David es mucho más que un comentario. Es una antología teológica de toda la verdad cristiana”.
Nobel dijo: "Es mi especial deseo que en la adjudicación de los Premios no debe tomarse en consideración la nacionalidad de los candidatos, la obra más meritoria recibirá el premio si es escandinava como si no lo es".
En este artículo he expuesto lo que creía y escribía Oriana Fallaci en sus dos últimos libros, sobre el Islam, pero no comparto la mayor parte de sus opiniones.
Un proverbio árabe dice que para amar bien a una mujer, hay que amarla como si fuese a morirse mañana mismo.
El filósofo Miguel de Unamuno, el poeta Antonio Machado, el novelista Miguel Delibes, el científico Ochoa y, entre otros, Giovanni Papini, todos ellos maridos de una sola mujer, hombres fieles hasta la muerte a sus promesas matrimoniales.
En 1933 aparece en Europa un Papini desconocido: el Papini poeta.
Este libro convirtió a Papini en un autor de reputación mundial y le proporcionó más fama de la que entonces tenía.
Estamos ante una novela tierna, donde la autora acierta en la penetración psicológica de los personajes y mantiene al lector en implacable tensión.
“Contagiado por esa mentalidad que poco a poco va invadiendo todo, el mismo predicador se deja llevar por una rutina profesional según las demandas momentáneas de la congregación". Reseña de Juan Antonio Monroy.
Giovanni Papini: poeta y pensador, investigador y crítico de arte, biógrafo y hagiógrafo que marcó la literatura italiana del siglo XX.
Esta novela formó parte inseparable del bagaje intelectual e ideológico de aquellos jóvenes franceses que encendieron la revolución estudiantil en mayo de 1968.
A mí me parece que Zorrilla fue un profeta social. Zorrilla se anticipó a esta sociedad del siglo XXI que estamos viviendo, una sociedad egoísta, egocéntrica, avara, individualista; una sociedad sin alma, sin entrañas, sin corazón, sin amor.
Siempre se ha creído que Cervantes fue enterrado en el convento madrileño de las monjas trinitarias en la calle primeramente llamada Cantarratas y ahora Lope de Vega.
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