El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Tras los sucesos de Bélgica y París, damos algunas pautas para responder a este interminable conflicto global.
Sin la resurrección de Cristo, se desintegraría el conjunto cristológico.
Ante una visión tan grandiosa, sólo podemos exclamar "¡Cuán grande es El!" y ¡cuán grande es nuestra salvación (Heb 2.3)!
La meta de la salvación, y por ende de la misión, es la nueva creación que anticipan los profetas hebreos y que anuncia el N.T.
Es muy importante recordar que el Espíritu de Pentecostés es el mismo Espíritu de los profetas de tiempos antiguos. Ni hay otro Espíritu, ni se ha cambiado el Espíritu de Dios.
Evangelizar no es ofrecer una experiencia de liberación de sentimientos de culpa, como si Cristo fuese un superpsiquiatra sino proclamar a Jesucristo como Señor y Salvador.
Sólo el mensaje de la cruz nos puede salvar de caer en una evangelización egoísta, o en el "culto a la personalidad" de nuestros televangelistas-
La encarnación del Verbo nos propone un modelo indispensable para una misionología integral.
Una pequeña frase repetida dos veces en I Cor 15 inserta todo el mensaje del AT con la cruz y la resurrección. Dice Pablo que tienen que entenderse "según las escrituras".
El NT no restringe la visión de "misión integral" del AT sino, al contrario, la amplía más, incluyendo su transformación en misión centrífuga.
El primero de quien leemos que Dios le envió, y por eso el primer "misionero" de la Biblia, es José.
Podemos entender que el proyecto misionero de Dios es la historia de la salvación, y ésa a su vez es el mensaje central de todo el AT.
Si la misión se entiende en la amplia perspectiva multi-dimensional de "misión integral", el AT ofrece las bases indispensables para todo el mensaje misionero de ambos testamentos.
Si buscamos los vocablos "misión" y "misionero" en nuestra concordancia, nos encontraremos una gran sorpresa: ¡ninguno de los dos términos son palabras bíblicas!
En los últimos años se ha popularizado en algunos círculos evangélicos el uso del término "misión integral" junto con "evangelio integral" y "evangelización integral".
Es obvio que el aspecto "generacional" de toda esta enseñanza se basa en el segundo mandamiento del decálogo y algún texto en Éxodo y Deuteronomio.
Los evangelios narran muchas frases y situaciones que, si nos paramos a imaginarlas o si las tomáramos literalmente, nos harían mucha gracia.
Por supuesto Jesús no era frívolo, pero es claro que a menudo decía cosas bastante chistosas, por mucho que nos sorprenda eso.
La base bíblica de tomar café está entre las enseñanzas más hermosas de la teología.
Propongo algunos problemas exegéticos que ilustran este caos en algunos de los muchos campos de interpretación:
Las especulaciones más estrafalarias se transmiten con la autoridad de la radio, televisión, revistas e incluso prestigiosas casas editoras a muchos millones de personas.
Cuando se suprime la exégesis y no se tolera la crítica, se terminan imponiendo tradiciones humanas en lugar de la Palabra de Dios.
Un problema serio es que en muchos lugares el púlpito se ha vuelto frívolo, para repartir como confites opiniones interesantes en vez de proclamar la Palabra de Dios.
Se puede decir que en la Biblia los primeros predicadores, y no sólo maestros de la ley, fueron los profetas en Israel.
Jesús, que no tenía pecado alguno de que arrepentirse, se identificó con los pecadores en ese escandaloso sacramento del arrepentimiento.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.