El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Sea cual sea la situación en la que estamos, es Dios quien tiene la última palabra.
Aún la vida más desgraciada tiene recuerdos felices. Y es a ellos a los que hay que volver.
Debemos ser constantes al hablares a otros de Jesús, y desechar el miedo al ridículo.
A los ojos de Dios no existen las causas sin esperanza o las personas que parecen no tener valor, porque los ojos de Dios brillan al vernos a cada uno de nosotros.
¿Habrías escogido a los discípulos como lo hizo Jesús? Fueron personas comunes, pero cuando fueron llenas del Espíritu, cambiaron el mundo.
El hombre que cree que sin Dios puede ser libre, está razonando de la misma manera que el que se lanza desde un rascacielos al vacío después de convencerse a sí mismo que la ley de la gravedad no existe.
Jesús pasaba tiempo a solas con su Padre. Más allá de lo que hacemos, lo más importante es estar cara a cara con Dios.
De cada uno depende en qué pone la base de su existencia, cuáles son los principios que le motivan para vivir.
El amor de Dios se refleja completamente en la persona y obra de Jesús.
La victoria y la derrota son circunstancias accidentales en nuestra vida, no definen quiénes somos realmente.
Al rechazo y desprecio hacia Jesús, él responde ofreciéndonos un lugar. De eso trata el evangelio.
Es hora de enseñar a nuestros niños que hay otra manera de vivir; que es posible amar y apreciar a todos.
Con lo que “sobra” del poder de Dios nuestra vida puede ser transformada.
Quien diseñó el Universo es mucho más impresionante de lo que creemos.
El padre recibe al hijo con los brazos abiertos. Ese es el carácter de nuestro Padre celestial.
Como parte de la iglesia, debemos preocuparnos primero de amar a Jesús con todo lo que somos.
Cualquier concepto, cualquier creencia o cualquier religión es aceptada porque no va a la raíz del problema: el corazón del hombre.
Jesús estaba continuamente invitando a las personas a seguirle, pero algunos pusieron excusas para rechazarlo.
Comparte tus sentimientos y tus frustraciones con las personas a las que puedes ayudar y que te ayudan a ti.
El mundo piensa que los felices son los poderosos. Pero Jesús vino para cambiar por completo este concepto.
Es hora de trabajar y comenzar a cuidar a la gente que nos rodea.
Pastores, personas sencillas. Magos, personas de ciencia y estudios. Ellos fueron “invitados” para el nacimiento de Jesús y quedaron impactados al conocer al niño.
Jesús nos enseñó que Dios ama y quiere restaurarnos. Así lo reflejó en su trato con los niños.
Steve McQueen fue en algunas ocasiones con los bomberos, con fuego real, para saber cómo actuar mejor en la película "El coloso en llamas" (su papel era de jefe de bomberos).
Es la idea más brillante y bonita de la historia: ese niño nació para todos, para transformarlo todo.
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