El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Creer en Jesús es ir a él y beber. Para querer beber hay que sentir sed. Jesús nos llama a gritos y nos dice que Él es la fuente de aguas vivas.
Un poema de Chari Morillo. (Selecciona Isabel Pavón)
El fruto es reconocido por otros. Lo disfrutan y lo comparten los otros. No es alimento para la propia planta que lo produce.
Un poema de Antonio Vergara. (Selecciona Isabel Pavón)
El reto suele presentarse como la oportunidad de esforzarnos para conseguir llevar a cabo una creación alucinante.
Un poema de Gloria Fuertes. (Selecciona Isabel Pavón)
Sentía que su interior se estaba renovando. Su espíritu comenzó a abrirse para llenarse del cambio.
Un poema de Mariano San León Herreras. (Selecciona Isabel Pavón)
La gente que le aconsejó presentarse para el puesto tuvo el candidato perfecto.
Un poema de Concepción Arenal. (Selecciona Isabel Pavón)
Un poema de Mate Ganza. (Selecciona Isabel Pavón)
No hay perfección en el ser humano. Por eso hemos de apostar por esos padres que cumplen con su responsabilidad para hacer de su descendencia verdaderas personas de paz y bien.
El hecho de nacer mujer supone un grave peligro en cualquier lugar del mundo debido a la denominada violencia machista..
Un poema de Gioconda Belli con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres. (Selecciona Isabel Pavón)
Algunos de los que van visitando iglesias se creen con la obligación de entrar creando ambiente, por supuesto, el que ellos quieren.
Un poema de David Sánchez Garrido (selecciona Isabel Pavón).
No hay que ofender a nadie. Se trata de transmitir al prójimo el amor que recibimos del Señor.
Un poema de Karina Vergara Sánchez (selecciona Isabel Pavón).
Afirma que se me nota a leguas que soy contraria al cambio. Y es cierto, lo confieso, yo también lo noto.
Un poema de Juan Ramón Jiménez (selecciona Isabel Pavón).
Dios no es una empresa de la que usted se hace socio a través de inversiones.
¡Cuán equivocados estamos respecto al sentido de la vida que nos trae Jesús! ¡Esperamos tantas cosas sin esperarlo a él!
Si termino creyendo que es mi compasión, mi insistencia, mi puesta en escena, mis maneras, lo que hace que se compadezca y cumpla con sus deberes, no he entendido nada de su mensaje.
En una mujer se piensa con mucho ahínco si ha dejado de dar todo lo que el hombre estaba acostumbrado a recibir.
Que sea el Señor quien renueve día a día nuestra firmeza, aunque esta decisión sea contraria a lo que nos obliga la autoridad de turno.
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