El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La libre interpretación protestante se engarzó con la práctica cultural de la lectura más amplia para las poblaciones.
Fue un hombre comprensivo, sin necesidad de convertirse en complaciente y, llegó a ser uno de los más importantes servidores de las comunidades cristianas originarias, sin el menor atisbo de buscar protagonismo.
Queda la esperanza de que al menos las comunidades de fe sean capaces de expresar de manera evidente la coherencia de la acción, con su mensaje religioso de amor y servicio.
Lo que hoy pasa por protestantismo no es más que una negación persistente, triunfalista y que se está orientando hacia el integrismo, de los ideales anticonstantinianos propios del anabautismo radical.
Antes de subir nada que les afecte a ellos, es necesario valorar qué es lo mejor para nuestros pequeños.
Mientras que la adoración de Baal se hacía principalmente en lugares altos, el culto a Asera parece que se hacía principalmente en arboledas y bosques.
En esta historia, aún quedan muchos capítulos por escribirse, puesto que los sectores evangélicos, representados o no por partidos como el PES, seguirán reclamando su tajada de poder en los próximos años.
Tímidamente, la iglesia católica comenzaría a distanciarse de las políticas autoritarias del régimen, aunque su conservadurismo seguiría prácticamente incólume.
¿Quiénes eran estos cananeos, un pueblo cuya aniquilación ordenó Dios? ¿En qué creían, qué practicaban? ¿Por qué fue su existencia una amenaza tan grande para el antiguo Israel?
Sencillamente, el régimen autoritario de entonces no supo cómo tratar con una nueva generación que fue capaz de tomar distancia de los usos y costumbres políticos predominantes.
El alud de análisis y publicaciones sobre el 68 mexicano es ya bastante grande, y este año ha incorporado nuevas aportaciones. Uno de los mejores resúmenes es La imaginación y el poder. Una historia intelectual de 1968, de Jorge Volpi.
Amigo y coterráneo de Juan Rulfo, como él fue autor de una obra exigua pero sumamente festiva, pletórica de curiosidad.
La ruta intelectual y de escritura del teólogo protestante brasileño Rubem Alves (1933-2014) dejó una estela de luz que refulgirá durante mucho tiempo entre sus lectores.
La nueva definición de “iglesia”, sus nuevos signos, acordes todos ellos con el proceso encarnacional de la humanización, implicaban, entre otras cosas, que se trataba de una comunidad de gozo, al servicio de la historicidad humana, de la solidaridad, del sufrimiento mesiánico y de la apertura al futuro a partir de la dialéctica de la resurrección.
Más allá de todo sistema doctrinal religioso finito está el verdadero Dios infinito.
Por caminos separados, llegaron a un punto común de acuerdo en la proyección de la tarea cristiana en América Latina, acechada por una parte por los impulsos imperialistas de la época y, por la otra, por los esfuerzos renovadores para cambiar el rostro de la fe cristiana en unas sociedades sometidas trágicamente a los dictados del conservadurismo y la tradición.
Estamos pues, ante un manual de lectura urgente ante los diferentes brotes de escatologismo irresponsable y ajeno a la esperanza proclamada por las propias Escrituras.
Cuando miras mucho tiempo al fondo de un abismo, el abismo termina mirando también en lo profundo de ti.
Sus conclusiones, como no podía ser de otra manera, apuntan a lo que han desarrollado muchos exegetas posteriores: una sana comprensión del Apocalipsis encaminada hacia el fortalecimiento de una fe cristiana bien situada ante las diversas coyunturas socio-políticas.
Su orientación pastoral presidía, sin fisuras, la perspectiva del pensador evangélico.
El clip ganador de la última edición del Festival Phos, realizado por David Parra.
Las iglesias siguen creciendo, pero se dan cuenta que necesitan responder a un mundo muy diferente al que dio vida a su movmiento.
Su enfoque es altamente crítico, en el mejor sentido, y quien lo lee y aprecia puede decir que a través de él traspone el umbral de la ingenuidad bíblica para hacerse presente en el ámbito de la hermenéutica más amplia y efectiva: crítica y profética, analítica y pastoral.
Chumacero no es de los poetas mexicanos más famosos en el extranjero. Pero si acaso fuera solamente por Responso del peregrino, merece un lugar entre los grandes autores de la lengua castellana.
No resta más que agradecer la amistad a toda prueba de las personas cercanas, dentro y fuera de México, que siempre han estado ahí, muchas de ellas compañeras del mismo dolor, exiliadas involuntariamente por creer y practicar la libertad y la pluralidad teológicas.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.