El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Alberto F. Roldán realiza un auténtico manifiesto o programa desde el título, donde hizo un repaso bastante aceptable del tema, además de sus múltiples abordajes acerca del Reino de Dios.
¿Cómo no, si como extranjero y como refugiado se encarnó el propio Dios en este mundo en forma de hombre?
Monsiváis dejó plena constancia a lo largo de su amplísima obra de la influencia recibida por su constante lectura de las Escrituras.
Desde su pasado protestante histórico emergió como una de las voces más consistentes y críticas hacia todo aquello que se moviera y fuera susceptible de ser atacado despiadadamente con su mordacidad implacable.
La guerra civil fue un inmenso fracaso colectivo y conociendo la Historia de España a nadie debería sorprenderle.
En la mejor tradición protestante ejerció el sacerdocio de la lectura, puso sus hallazgos y análisis al servicio de la colectividad.
La marca del metodismo en su vida fue reconstruida por él mismo en al menos dos ocasiones.
El duelo es un camino. Únicamente sabemos dos cosas: que no existen atajos y que tiene que andarlo, paso a paso, uno mismo.
Desde su campaña por la presidencia buscó tocar fibras sensibles y uno de los elementos es el retorno a los principios rectores de una nación supuestamente cristiana.
Y así permanece Unamuno a través de la palabra que nos dejó como una estela para no olvidarnos de su compromiso con el entorno, con el hombre.
Su obra ofrece universos narrativos consecuentes con una indagación detectivesca capaz de renovar los cánones de lo que se conoce como “novela negra”.
Hay todo un problema teológico de fondo. Los simios creen que Dios los ha creado como los dueños del planeta, lo que los hace diferentes de las otras bestias del planeta.
Mucho se ha escrito sobre el poder de las palabras, no sólo de lo que decimos sino también sobre cómo lo decimos.
Al gran crecimiento cuantitativo protestante no le ha seguido lo que desde adentro de las comunidades de fe se llama discipulado.
Todo debe girar en torno a Él, a quien debemos mirar fijamente porque es el autor y consumador de nuestra fe.
Fonseca fue capaz de sacudir conciencias y alterar el supuesto orden de las vidas de muchos.
En 1970 el cristianismo evangélico latinoamericano estaba bien establecido, aunque con distintos ritmos y porcentajes en cada país.
Siempre Él arropándonos bajo sus alas protectoras, atrapando las saetas que vuelan directo hacia el corazón.
Con el triunfo de la Revolución cubana, las cosas comenzaron a cambiar y en ese punto se encuentra con las posibles aportaciones de la Biblia y la teología que.
La convivencia con la muerte se ha vuelto especialmente patente durante la epidemia. Pero, ¿qué hay de sus efectos?. “En el duelo no hay solo dolor, hay amor”, dice el psiquiatra evangélico Pablo Martínez Vila.
Indagar sobre la identidad, ¿quiénes somos, y para qué somos?, ha sido un ejercicio constante en la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
Bienaventurados los que tienen una historia que contar.
Su amplia trayectoria llegaría a representar la enorme contribución de las mujeres en ese ámbito tan restringido en otras épocas a los varones.
Fue el resultado de quienes no se sentían identificados con la teología elaborada en Norteamérica ni con la teología elitista de los protestantes ecuménicos.
Pido a Dios que nos guíe y ponga mucho en nosotros el querer.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.