El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En la mejor tradición protestante ejerció el sacerdocio de la lectura, puso sus hallazgos y análisis al servicio de la colectividad.
Desde su campaña por la presidencia buscó tocar fibras sensibles y uno de los elementos es el retorno a los principios rectores de una nación supuestamente cristiana.
Para aquellos que enfrentan esto en sus propias vidas, la decisión de seguir a Jesús no es nada sencilla.
Al gran crecimiento cuantitativo protestante no le ha seguido lo que desde adentro de las comunidades de fe se llama discipulado.
En 1970 el cristianismo evangélico latinoamericano estaba bien establecido, aunque con distintos ritmos y porcentajes en cada país.
Indagar sobre la identidad, ¿quiénes somos, y para qué somos?, ha sido un ejercicio constante en la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
Fue el resultado de quienes no se sentían identificados con la teología elaborada en Norteamérica ni con la teología elitista de los protestantes ecuménicos.
Una reflexión sobre la libertad de pensamiento y las presiones a los cristianos en contextos hostiles.
Con su libro, el misionero Pedro Wagner quiso dar un panorama de la producción teológica protestante en Latinoamérica.
En Responsabilidad social de la Iglesia, Escobar puntualizó que era contrario al Evangelio identificar “la preocupación por lo social con un enfriamiento en cuanto a la lucha evangelizadora”.
El tema religioso está abundantemente representado en Cien años de soledad mediante hechos, ideas y símbolos.
Si en buena medida somos lo que recordamos, tiene vital pertinencia recordar (traer al corazón) y rememorar (traer a la memoria) los orígenes históricos de la FTL.
Su trabajo entre los pueblos originarios de la entidad, principalmente con los tzotziles, les abrió comprensiones que obtuvieron durante sus casi cuatro décadas de trabajo misionero.
La primera frase del libro se convertiría en una de las más recordadas de la literatura iberoamericana, y desde ese momento, 'Gabo' habría de pasar 18 meses ininterrumpidos sentado frente a su máquina de escribir.
No son excluyentes la fe en el Señor que nos ha prometido resguardarnos del mal y los actos cotidianos que debemos realizar para cuidar nuestra salud.
Lo cotidiano, y por lo mismo muchas veces desvalorizado, se ha trastocado y debe llevarnos a la evaluación profunda de lo que llamamos la vida diaria
La autobiografía es un género muy cultivado, del que se encuentran muchos elementos en la Biblia. Es lo que hace Máximo en su libro.
Vila fundó Clie con el fin de dotar, inicialmente, a los creyentes españoles de literatura para educarse y ahondar en la fe evangélica.
Para López Obrador resulta esencial moralizar al país, devolverle los valores supuestamente perdidos por la corrupción de los gobiernos neoliberales.
La semana pasada un grupo de 14 personas respondió a la convocatoria de reunirnos para leer y comentar un libro.
Vino para cursar estudios en la prestigiosa Residencia de Estudiantes, en el Paseo de la Castellana, donde estaban Dalí, Buñuel y Bello, entre otras eminencias del Arte.
Un factor del éxito del empresario neoyorquino fue haber sabido reclutar para su causa liderazgos evangélicos que lo respaldaron incondicionalmente.
Desentrañar las razones del apoyo de los evangélicos blancos a Trump en las elecciones presidenciales de 2016, es el objetivo del nuevo libro del escriitor John Fea.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.