El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Hay tormentas que azotan a la vida de cualquier persona que pueden llegar a ser tan impresionantes como la sucedida en el mar donde se encontraban Jesús y sus discípulos; pero en ese mar él demostró su poder.
Estamos acompañados por las redes sociales. El mundo entero a nuestro alcance en unos quince metros cuadrados. Mientras tanto, vivimos sumidos en la incomprensión.
Cuando paso por momentos difíciles, miro a mi Cristo, intento callar y dejo que mi Dios sea quien me defienda.
En cuantas ocasiones el poderoso, potente y dulce brazo de Dios, no solo fue con Abraham, Moisés, Elías, Pablo, sino también contigo y conmigo.
Cuando nos acercamos al vacío, es que Dios nos muestra el paso ya preparado.
Porque esas situaciones imposibles que se vencen, no son tan milagrosas por su improbabilidad, sino porque nadie antes había creído que podrían realizarse.
Es un estado mental en que permanecemos pasivos ante los sucesos de la vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos.
Dios nos enseña a vivir de una manera diferente. Él nos encarga que seamos no sólo animadores, sino "admiradores".
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.