El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Practicar el evangelismo como un estilo de vida es estar preparado siempre para abrir la boca y proclamar a Cristo.
El dinero es lo más falso que existe: si confiamos en él, toda nuestra vida estará llena de problemas.
Las preguntas ayudarán a la participación, dejando que las personas puedan expresarse.
El último libro nos habla de Jesucristo: al igual que tuvo la primera palabra, tendrá la última.
No tengas miedo a amar y perder. El mayor peligro es no haber amado nunca.
Solo Jesús es capaz de tomar nuestra carga pesada y cambiarla por la leve dulzura de su perdón y de su presencia en nuestra vida, haciéndonos nuevas criaturas.
Uno de los problemas en el día de hoy tiene que ver con la imaginación y la creatividad; puede que la iglesia no haya sabido estar a la altura de los tiempos.
Es hora de alabarle, es tiempo de adorarle en espíritu y en verdad, aunque lo cierto es que toda la reunión debe cumplir este objetivo.
Esta carta confronta el engaño y a los engañadores que estaban dentro de la iglesia.
Si no ardemos al conocerlo a Él jamás nos entusiasmaremos por nada.
La reunión del grupo debe servir para que haya un estímulo mutuo entre los creyentes.
En el ministerio, la clave es servir, darnos a los demás.
De la humildad de quién quiere aprender, surge la belleza de la vida. De la arrogancia del que lo sabe todo y lo merece todo, sólo se cosechan momentos difíciles.
La cuarta parte de esta serie sobre grupos de hogar va a tratar sobre los encuentros de los grupos.
Dependemos demasiado de las circunstancias y de nuestros sentimientos hacia ellas.
La iglesia se enriquece con más creyentes motivados y entregados al servicio del Señor.
Es importante que nos mantengamos buscando a Dios para evitar la falsedad.
Si somos sabios dejaremos de quejarnos; si somos necios continuaremos quejándonos y buscando culpables.
Los grupos con una visión evangelística buscan establecer relaciones cercanas con aquellas personas de nuestro entorno.
Esta carta una y otra vez nos presenta la preeminencia del amor de Dios, un amor que quita todos los miedos.
Esa es la clave de la modernidad, satisfacer nuestra ambición de tenerlo todo, o al menos tener más que los que nos rodean.
Explicaremos los conceptos básicos que han permitido que este modelo de encuentros sigan generando crecimiento en las iglesias de diferentes épocas y lugares.
Un Dios lleno de gracia prepara algo especial para nosotros en los cielos nuevos y la tierra nueva.
Buscar nuestra propia satisfacción siempre, es vivir de una manera desgraciada.
En un momento de terrible persecución, esta carta nos indica que el sufrimiento tiene fruto.
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