El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La verdad ante el mundo, el testimonio que tenían que dar los discípulos y la escatología fue contemplado por el Señor como ámbitos o esferas en las cuales “el Espíritu de verdad” prestaría su ayuda.
Veamos por qué todas las iglesias de la época estaban imbuidas de la sensación sobre el inminente regreso de Cristo en su misma generación.
El futuro, y en concreto el fin, es para muchos cuestión de especulación e imaginación, hasta el punto que uno se pregunta qué lugar queda para el amor y la gracia en esos escenarios tan extremos.
Lo que sí sabemos, es que será una eternidad junto al Dios más asombroso y maravilloso que nunca jamás hayamos conocido.
La manera de la que hacemos nuestro trabajo es la piedra de toque de nuestra cosmovisión eterna.
Dios va a reivindicar su perfecta justicia ante los ángeles y demonios, ante sus redimidos e incluso ante los impíos.
Esperar la segunda venida del Señor Jesús y nuestra boda con Él no es abandonar lo que estamos haciendo, sino sencillamente desear ese día con todo el corazón.
“Venga tu reino” debería ser nuestra petición prioritaria y, si ello fuera posible, que sucediera en nuestra propia generación, como deseaba el apóstol Pablo.
Dios tiene la última palabra de la historia y en su perfecta justicia sentenciará a cada ser humano conforme a sus propias decisiones.
Sorprendentemente la noche anterior nos proveyeron de una copiosa y suculenta cena a la que nos entregamos con fruición.
Alberto F. Roldán realiza un auténtico manifiesto o programa desde el título, donde hizo un repaso bastante aceptable del tema, además de sus múltiples abordajes acerca del Reino de Dios.
¿No sería el momento de apartarnos de sensacionalismos para volver a una simple y llana exégesis del texto bíblico?
Hay una conexión muy importante entre la visión global de la Iglesia y lo que canta la Iglesia.
Occidente ha sido construido sobre todo por cristianos que confesaron un cristianismo que mira cara al futuro con confianza.
Otro falso profeta se equivoca de fecha.
Tres razones por las que el amileniarismo no debe ser la única postura reformada permisible.
Hacia una escatología renovadora.
El fin se acerca.
El verdadero valor de las cosas se mide no por lo que vemos ahora, sino por lo que está anunciado que va a suceder.
Mi propósito es clarificar que la escatología del Nuevo Testamento, en lugar de ser un añadido especulativo a la Biblia, es realmente coherente con la teología consistentemente integral de todas las Escrituras y la consecuencia lógica de la misma.
Estamos pues, ante un manual de lectura urgente ante los diferentes brotes de escatologismo irresponsable y ajeno a la esperanza proclamada por las propias Escrituras.
El afán sensacionalista de algunos escritores y autoproclamados expertos en escatología es tan grande como su manifiesta incapacidad de acertar.
La iglesia del presente, empeñada en colar el mosquito y tragar el camello; obstinada en ver la viga en el ojo ajeno antes que en el propio.
Una introducción a la teología sistemática.
Cuando el diálogo se convierte en un asunto de desobediencia.
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