El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La acción del envidioso es taimada y astuta, solapadamente maquinada, para acabar con aquel al que envidia.
La paz de saber que el mal no tiene la hegemonía debe ser en los tiempos actuales, como lo fue en los anteriores, fuente de fortaleza para el cristiano.
La envidia es uno de los poquísimos pecados que no produce placer a quien lo comete. El envidioso no disfruta de nada. Al contrario, se mortifica a sí mismo.
Un poema de Antonio Vergara, extraído de la obra De Rosa y nardo, publicada por la editorial Corona del Sur. (Selecciona Isabel Pavón)
Hay una envidia a evitar, porque si lo envidiado es malo, aunque tenga beneficios, es pasajero y se acaba; pero hay lo que en verdad es digno de ser envidiado, porque dura para siempre.
El peligro llega cuando somos capaces de dejar de lado nuestros principios con tal de conseguir lo que otras personas tienen.
Los celos son tan crueles que te enseñan lo que no existe y te hacen ver lo que nunca ha ocurrido. Lo único que existe es lo que tú crees que existe: mejor dicho, lo que tu envidia te dicta que existe.
Ser bondadoso requiere de un elevado ejercicio de voluntad. Ser malvado es más fácil, pues basta dar rienda suelta a las distintas formas que hay dentro del hombre.
Algunos seres humanos, en su ignorancia, se dedican a alimentar esta dolencia en vez de eliminarla.
Cuando dejamos que la envidia llegue a nuestro corazón, estamos perdidos. Somos incapaces de disfrutar con nada ni de ir a ningún lugar o hacer algo que merezca la pena.
Para el vasco-salmantino Miguel de Unamuno, “la envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”. Alencart, poeta cristiano, ahora ofrece un texto inédito que orbita en torno a este resentimiento.
Enuncia tu verdad de manera clara y serena y escucha a los demás, incluso al que crees torpe e ignorante ya que también ellos tienen su historia.
Rodolfo Alberto Arman
Envidias en un funeral
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