El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Como mensajeros de paz, traen a nuestro presente el amor de un Dios que no es indiferente al dolor.
¿Qué hacemos cuando la vulnerabilidad nos da una bofetada, se adueña de nuestras entrañas y nos fuerza a reconocernos insuficientes, desnudos y desarmados?
Separados, cada uno en su casa, ciegos, sordos y mudos ante el infortunio de los demás universos de prójimos, vivimos, nos movemos y somos.
Una persona solo puede luchar por su propia vida si hay alguien a quien le importe, porque hay heridas infinitamente más dolorosas que las físicas.
Tanto sufrimiento de tantos en tan corto espacio de tiempo nos deja perplejos, indefensos y con más preguntas que respuestas.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.