El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los doctores Vargas, Egidio y Constantino de la Fuente conformaron un grupo en la Catedral de Sevilla en el que se leía desde principios de 1540 obras de autores protestantes.
Es común, incluso hoy, la idea de que el país ibérico quedó intocado por quienes llamaban a la rebeldía de Lutero.
Reina estuvo a punto de abandonar, no por voluntad sino exigido por sus perseguidores, diversas penurias y enfermedad.
Las listas prohibicionistas hicieron que la clandestinidad fuese la única forma en que pudieran circular las traducciones neotestamentarias de Enzinas y Pérez de Pineda.
Cuando Reina tuvo dudas acerca de cómo tradujo Pagnino pasajes del Antiguo Testamento, menciona haber consultado el texto en hebreo.
Casiodoro deseaba que su traducción circularse en España, por lo cual es comprensible que haya silenciado fuentes consideradas sospechosas de ser heréticas.
Son ayudas que contribuyen a localizar pasajes. Sin embargo, es importante no tenerlas como herramientas interpretativas.
Para Casiodoro, los ofrecimientos para que la Iglesia desvíe el camino deben ser evaluados según el ejemplo dado por Cristo.
Reina encomiaba particularmente a que su traducción de las Escrituras al castellano no tuviese obstáculos para llegar a manos de los españoles y de los indios.
Además de su enorme contribución al traducir la Biblia, Casiodoro de Reina debiera ser revalorado como intérprete bíblico.
El reformador dio cuatro motivos que le animaron a perseverar en el objetivo de ver publicada la conocida como Biblia del Oso.
Reina y sus compañeros en el Monasterio se adentraron en el estudio bíblico gracias a uno de los monjes, Antonio del Corro.
Hoy es imprescindible reforzar las tareas educativas que difundan el valor de esa frágil virtud que es la tolerancia.
Es un enorme logro llegar a los cien años, sobre todo cuando se trata de la edición de libros para instruir a una minoría: la población protestante/evangélica mexicana.
En el siglo cumplimentado por Casa Unida de Publicaciones S.A. han desaparecido numerosas editoriales, mientras que la nueva centenaria pudo campear adversidades y, en los últimos años, resurgió con vitalidad.
En Colonia Roma Sur los primeros bautizos de creyentes acontecieron el 8 de marzo de 1959.
A Kenneth Seitz le impulsaba saber que “el Señor nos ha dado el ministerio de la reconciliación. El Señor nos ha dado a los cristianos una misión, un trabajo por hacer.
Manuel Aguilar Bermúdez y el grupo que le acompaña, ya identificados como protestantes/evangélicos, tienen reuniones por lo menos a partir de 1864 en San José el Real, número 21.
En distintos momentos y antes que las iglesias anabautistas menonitas fueron asentándose en México otros grupos identificados también con la vertiente eclesial de creyentes.
Los tres principales participantes en los bautizos de aquella gélida noche en Zúrich padecieron persecuciones, castigos corporales, destierros y cárcel.
Integrantes del círculo de estudios dirigido por Zwinglio se fueron distanciando de él y construyeron una alternativa teológica y eclesiológica reprobadas por el reformador.
El principal desafío contra la normatividad de la Biblia al interior de las comunidades evangélicas proviene no de afuera de ellas sino de su interior.
La obra de casi 1700 páginas conjunta decenas de autores y autoras de habla castellana, expertos en el tema que les fue asignado para contribuir en el volumen.
El Congreso Mundial Menonita reúne a comunidades identificadas con el anabautismo. Iglesias y organismos que reivindican el movimiento de la Reforma radical, particularmente en su faceta constructora de paz y seguimiento de Cristo Jesús.
Los menonitas reflexionan estos días en Costa Rica sobre el tema “Justicia en el camino: migración y la historia anabautista-menonita”.
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