El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Jaime Sabines, Octavio Paz y David Toscana, todos ellos esmerados lectores de la Biblia del Oso.
Carlos Monsiváis hizo referencia al papel de la Biblia en su formación personal e intelectual.
Poema seleccionado del libro Tiempo de Cruzar el Umbral, recientemente editado por Tiberíades.
Cada uno de ellos tuvo especial relación con la Biblia, cuatro se convirtieron al protestantismo.
El carácter nutricio de la Biblia para los escritores, considera Sergio Pitol, se debe a que “literariamente, la Biblia es la madre de todos los libros”.
Respecto a traducciones de las Escrituras, “la disponibilidad de biblias impresas en el idioma del pueblo común contribuyó a producir la que ha sido llamada una revolución copernicana en la historia de la espiritualidad”.
El periodista Juan Carlos Parra lanza su primera novela: “Hay muy poco de iglesia, la espiritualidad se manifiesta en la vida práctica como una aventura de fe”.
Es claro que la noción sacralizadora y clericalista se ha filtrado, tal vez hasta el grado de ser el rostro predominante en el neoevangelicalismo latinoamericano.
Contextualizar no debe ser sinónimo de acomodar el Evangelio al gusto de las personas y culturas.
"El ataque a Juan Carlos I es la disculpa para acabar con la Monarquía y con España para que se convierta en una Venezuela" opina César Vidal.
Debemos tomar con responsabilidad las críticas a la adulteración del cristianismo que desde distintos lugares se nos hacen.
Textos seleccionados del poemario Tiempo de Cruzar el Umbral, recientemente editado por Tiberíades.
Un intento por describir varios momentos de la vida del traductor, a la vez que acercamiento a su pensamiento teológico.
Lausana I visibilizó globalmente la reflexión que se estaba gestando en la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL).
Pedro Wagner buscaba ganar para la causa de Iglecrecimiento a la generación que deseaba pensar la fe contextualmente.
Monsiváis dejó plena constancia a lo largo de su amplísima obra de la influencia recibida por su constante lectura de las Escrituras.
Desde su pasado protestante histórico emergió como una de las voces más consistentes y críticas hacia todo aquello que se moviera y fuera susceptible de ser atacado despiadadamente con su mordacidad implacable.
En la mejor tradición protestante ejerció el sacerdocio de la lectura, puso sus hallazgos y análisis al servicio de la colectividad.
Desde su campaña por la presidencia buscó tocar fibras sensibles y uno de los elementos es el retorno a los principios rectores de una nación supuestamente cristiana.
El destacado filólogo y escritor protestante ofrece sus primicias en “Tiempo de cruzar el umbral”.
Al gran crecimiento cuantitativo protestante no le ha seguido lo que desde adentro de las comunidades de fe se llama discipulado.
La Federación explica que suspendieron el evento por “un sentido de responsabilidad con la sociedad en aras de salvaguardar la salud pública” tras recibir la instancia de las autoridades para su aplazamiento.
En 1970 el cristianismo evangélico latinoamericano estaba bien establecido, aunque con distintos ritmos y porcentajes en cada país.
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