El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los Artículos de Schleitheim están fechados el 24 de febrero de 1527.
La conversación colectiva y los acuerdos fijados en el documento redactado, conocido como los Siete Artículos de Schleitheim, tuvieron lugar bajo persecución.
Tras el asesinato por ahogamiento de Félix Mantz por parte de las autoridades de Zúrich, 5 de enero de 1527, es claro que los perseguidos debían hacer algo para darle cierta seguridad a la continuidad de su movimiento.
El teólogo anabautista Yoder contribuyó a que emergieran las voces acalladas, selecionando 35 textos de reformadores radicales, quienes se opusieron a las iglesias territoriales dominantes.
¿Qué nos dice la Palabra sobre anidar en nosotros la esperanza en medio de un entorno de inseguridad?
Más de cien personas participaron del evento online para formación y conversación sobre los desafíos de la misión desde España hacia otros lugares.
Es muy importante matizar y no seguir perpetrando eso de “la Iglesia” cuando la noticia o algún analista en realidad están refiriéndose a la Iglesia católica romana.
Leer es navegar, con el anhelo de llegar a buen puerto para hacerse de más provisiones y continuar haciendo surcos en el mar.
¿No nos valdrá más la pena seguir leyendo el Antiguo Testamento como Jesús lo hacía, y seguir desarrollando esa capacidad de sacar de entre la violencia del pasado las lecciones para el perdón?
La violencia en el Antiguo Testamento responde a la (in)civilización de la época. En ese contexto Dios empieza a regular/limitar la violencia para potenciar el proceso de redención de la humanidad que concluirá en Jesús.
Que los deseosos de quemar las obras que no les gustan, las que consideran peligrosas para la fe cristiana, busquen asideros en otras partes para sus ánimos inquisitoriales. Pero no en Pablo, no en el Evangelio de paz y reconciliación.
En el Antiguo Testamento vemos a un Dios que pide que su pueblo sea un algo aparte, dando normas de cuidar al forastero, de no vengarse, ni derramar sangre, de actuar con el extranjero residente entre ellos como actuaban con cualquiera de ellos mismos.
Leer erróneamente los pasajes bíblicos ha tenido históricamente terribles consecuencias.
En el movimiento de la Reforma radical, las distintas corrientes compartieron el rechazo a las iglesias territoriales, tanto católica como protestantes, pero cada sector mantuvo diferencias hermenéuticas.
¿Por qué Dios arrasa o manda arrasar a pueblos enteros en el Antiguo Testamento? ¿Es el Dios del Antiguo Testamento iracundo, vengativo, sanguinario y genocida?
Con el bautismo entramos como hermanas y hermanos en la comunidad de los creyentes y públicamente nos identificamos como ciudadanos del Reino de Dios.
Simons perteneció en el siglo XVI a la corriente anabautistas constructora de paz, la cual enfatizó fuertemente que los convertidos en discípulos de Cristo deberían conformar comunidades alternativas a los valores éticos y prácticas dominantes en las sociedades de entonces.
Los anabautistas de Zúrich en 1525 y Estrasburgo en 1534 defendieron vigorosamente la libertad de conciencia y el necesario respeto del Estado a la misma.
El movimiento anabautista, destaca Snyder, fue espontáneo, descentralizado, popular, clandestino y en busca de renovación bíblica y espiritual.
Los principios básicos del anabautismo que Stuart Murray propone en su libro, son siete y los resume de la siguiente manera.
Dada la simbiosis Iglesia oficial/Estado, era inevitable que actos religiosos derivaran, a los ojos de clérigos oficiales y autoridades, en actos que amenazaban la unidad social y religiosa territorial.
Los hermanos Claus y Jacobo Hottinger se involucraron en actividades del círculo encabezado por Ulrico Zwinglio, del que después saldrían para hacer causa común con la célula anabautista.
No solamente Zuinglio, sino otros reformadores magisteriales, comprobaron cómo en el seno de los movimientos que encabezaron surgieron disidentes que sostuvieron críticas tanto al catolicismo romano como hacia ellos.
Lo banal, lo insustancial, prolifera e impone un modelo de vida en el que pensar críticamente, aprender a cribar las ideas, no tiene cabida porque no es divertido.
Debe reconocerse que Thomson tuvo un destacado papel para abonar el terreno en el que fructificaría el protestantismo mexicano.
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