El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La primera figura que encontramos como expresión del amor es el vino: “¡Oh, si el me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino”.
Quisiera tener alguna reflexión sobre dos de los intérpretes más ilustres de este tesoro de la literatura universal.
Trataremos los simbolismos del amor en una nterpretación alegórica, sin que ello signifique que hagamos una interpretación alegórica del Cantar de Cantares.
Este libro nos ayuda a entender el propósito divino del amor y el sexo en una relación de fidelidad.
Cuando se dice “no os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu”, se hace una invitación a la elaboración onírica inconsciente guiada por el Espíritu de Dios.
Surge la primavera y la esposa se transforma en una paloma.
La autora de “Vivo sin vivir en mi” (Teresa de Jesús), se inspiró en un texto de la carta de San Pablo a los Gálatas.
Entramos en conexión con el principio narrativo del Cantar de los Cantares: “¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino”
En la Biblia, el azafrán sólo se menciona en el Cantar de los Cantares, en relación con las principales especias aromáticas y con el fin de resaltar la belleza de la esposa amada.
¿Por qué los llamados místicos escogieron el Cantar de los Cantares para que a través de él alcanzar una realización espiritual?
El poema de amor más antiguo jamás descubierto, el Shu-shin. guarda algunos paralelismos con el texto bíblico.
Los que no han crecido, verán en este libro un tratado de erotismo, y cometerán errores en su exégesis y en su hermenéutica.
Hay una realidad universal que se da en todos los seres humanos; que describió el gran psiquiatra Viktor Frankl como “la presencia ignorada de Dios”
Lo místico es lo profundo de Dios; no lo confundamos con una espiritualización errónea de una realidad vivenciada.
El Dr. Víctor García de la Concha exploró en su disertación la manera en que el Cantar de los Cantares explica el amor mediante un ágil panorama del trabajo literario de Fray Luis de León.
Si en este libro hay una sabiduría divina, debería ayudarnos, a los que creemos, a andar dentro de nosotros mismos, descendiendo a los estratos más profundos del corazón.
Un amor de pareja que sólo tiene una dimensión erótica no es amor; pero el amor, para serlo, también tiene que tener una dimensión erótica.
Es significativo que el nombre de la sulamita . en hebreo, correspondería al vocablo “Sulamit”, que es, exactamente, el femenino de Salomón.
En cuanto a si se menciona o no en el Nuevo Testamento, considero que sí, y nada menos que por las palabras del Señor Jesucristo.
La argumentación de que el libro de Cantar de los Cantares habla solo del amor humano porque no se menciona en el mismo el nombre de Dios, es espuria.
El Cantar de los Cantares tiene un contenido didáctico muy interesante y profundo para expresar las relaciones amorosas más íntimas y también para trascenderlas.
Algunos intérpretes van más allá y contemplan el "Cantar" como la expresión por excelencia del alma o el espíritu en su relación más profunda e íntima con Dios.
El Cantar de los Cantares es un tratado serio sobre las relaciones amorosas e íntimas entre un hombre y una mujer.
Literal, espiritual, alegórica o figurada…
Resulta más que evidente que el autor era una persona con vastos conocimientos en distintos y muy variados campos del saber.
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