El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El acontecimiento de la resurrección de Jesús sitúa todo su itinerario bajo una nueva luz.
No deja de ser sorprendente la innumerable cantidad de ‘imitaciones’ con las que se vive esta vida, con las que se pretende olvidar ese concepto bíblico tan relevante como es el de “vivir”.
¿Es posible construir una eclesiología que aterrice en la historia y en el mundo de lo real fundada sobre esas propuestas cristológicas?
En la cruz no murió cualquier ser humano, sino el mismo Hijo de Dios.
La Comisión Europea ha reconocido a la atómica y al gas como fuentes de energía necesarias y verdes hasta 2045, como mínimo. Algunos países, como España, rechazan la decisión.
¿Por qué no se reveló la resurrección como una apoteosis apabullante de autoridad?
Somos seres de contrastes. Eso, a veces hace que perdamos de vista la condición que tiende a dominarnos.
No hay lujos, ni boato, ni grandezas, ni aparece rodeado de apoteosis pirotécnicas. Sencillamente, nace.
A veces se subestima el concepto de pecado y se trata como algo demasiado general y abstracto, perdiendo así un amplio espectro de matices.
Jesús quiere hacer presente a un Dios misericordioso que pone en crisis las distancias impuestas por una religión deshumanizadora y excluyente.
Si los legados personales se construyen “pieza a pieza”, como escribe David Lowery en su película más fantasmagórica, entonces somos los seres “más desdichados”, como decía Pablo.
En estos días de creciente preocupación ecológica en la sociedad es bueno consultar lo que pioneros evangélicos dijeron, en particular Schaeffer, pues su pensamiento está muy lejos de resultar irrelevante.
Los textos vinculan las relaciones económicas transformadas con la misión de la iglesia.
La representación del amor en su película es sensible y realista en una parte de su experiencia, pero tiene un énfasis fatalista y su conclusión es desgarradora: es el desamor del amor.
La idea de un Dios que somete la tierra y a los mortales subyace en el inconsciente colectivo de Occidente y provoca que el ser humano se sitúe frente al mundo como señor y dominador absoluto.
Dios, en la persona de Jesús, sitúa su gloria abajo, cerca y dentro, construyendo un hogar entre nosotros.
Actualmente, tanto los científicos como los cristianos creen en un punto de partida para la creación, pero luego divergen a partir de ahí. Un artículo de Terry Young.
Con motivo de la COP26 conversamos con un científico argentino que asistió a la cumbre. Tratamos este y otros temas con una perspectiva cristiana.
Jesús de Nazaret no vivió un simulacro de humanidad.
El anhelo por encontrar una justicia propia sigue siendo uno de los pasatiempos preferidos de la humanidad. La cuestión es que siempre depara una conclusión dolorosa.
Conversamos con Miguel Wickham sobre el desarrollo de la COP26 y los desafíos que se presentan para abordar el cambio climático y actuar, y el papel de los cristianos.
¿Por qué nos cuesta tanto perdonar?
Conversamos sobre la cumbre y sobre el debate mediático en torno a la información del clima. En nuestro segundo tema, conoceremos la situación de un matrimonio que sirve en Pakistán, en la frontera con Afganistán.
Como experto en Ciencias de la Atmósfera, el científico cristiano Fernando Forgioni describe la situación actual como “crítica”. Acude a la COP26 con la esperanza de que sea una bisagra a favor del clima, con decisiones firmes para frenar el calentamiento global.
Jesús no es una construcción ideológica de la iglesia.
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