El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las grandes guerras, los conflictos internacionales, la sensación homogénea del mal extendido por todo el planeta, en realidad comienza en lo cercano de un pequeño pueblo y en lo íntimo de nuestros corazones.
El Señor de la iglesia está presentándose ante los laodicenses afirmando que Él es digno de crédito, que su palabra es verdad, que ninguno de sus dichos puede ponerse en duda.
Nos afanamos por vivir en plenitud una vida que, carente de perspectiva eterna, solo acaba siendo un puñado de emociones transitorias. Excluir a Dios de la totalidad de lo que vivimos nos reduce a un deísmo impertinente y descorazonador.
Tenemos suficientes antecedentes para ver en la "puerta abierta" la oportunidad de extender el evangelio por medio del testimonio personal y la predicación.
El tamaño de una congregación no está en relación directa con su fidelidad a la Revelación divina.
Una vida de fe sólo puede construirse desde abajo y desde dentro.
Nada nos separa más de los demás que el deseo de ser superiores y nada nos separa más de Dios que un corazón altivo y arrogante que lo llama a cuentas de un modo insensato.
Como Lucas, Gabino se dio a la tarea de rescatar testimonios verbales o escritos de hombres y mujeres que se encontraron con Jesús y decidieron seguirle.
Los de Sardis estaban muy ocupados en adquirir riquezas y disfrutarlas en vida, más que en velar y orar para no caer en tentación.
Haber nacido, crecido y estar vivos en este mundo poblado por seres habituados a costumbres y tradiciones pecaminosas hace necesario anunciar la Palabra de Dios.
Aquel cuya llegada se celebra en estos días nació en un sucio pesebre de Belén de Judea acompañado de animales y pastores, sin grandezas, ni gigantismos.
Si Dios es Jesús de Nazaret desde su nacimiento, es preciso preguntarnos: ¿Qué aprendemos acerca de Dios en la primera Navidad?
En pleno siglo XXI sigue habiendo enseñadores que, desde los púlpitos, alientan a celebrar fiestas mundanas; y los por ellos engañados que confunden su complicidad necesaria con tolerancia divina. Esto ya ocurría en Tiatira en el siglo I.
Debemos aprender a valorar esas formas de expresar el evangelio que, sin comprometer la verdad esencial acerca de Cristo, pueden no corresponderse con nuestro estilo. El gusto no es suficiente para cuestionar la sinceridad.
Se habla de la fusión como una fuente de energía inagotable y limpia. Es cierto. Ahora bien, lo recién logrado en EEUU es muy importante, pero aún queda mucho camino hasta conseguir una planta comercial.
El hecho de que un fenómeno evangelístico adquiera una capacidad de influencia internacional, no debe suponer que renunciemos a la reflexión crítica, sin perder de vista el amor que nos une por el mismo mensaje.
A través de libros, conferencias y participaciones en distintos medios de comunicación, Gabino difundió el evangelio y las historias de aquellos transformados por su mensaje a lo largo de la historia en España.
En las Jornadas de Bioética se exploró la responsabilidad humana del cuidado de la creación, un asunto altamente politizado en el debate social, pero que “debe ir en paralelo” al cuidado del ser humano, mantuvo John Wyatt.
Una reflexión previa a la paternidad, en un año en el que la realidad del contraste entre la vida y la muerte ha sido especialmente notoria.
De lo que se trata es de entender que todo lo que hacemos, sin importar lo que sea, ha de perseguir el bien de los demás.
Miguel Wickham participará en las próximas Jornadas de bioética, donde uno de los temas principales será el compromiso cristiano con las cuestiones climáticas y de cuidado del medio ambiente.
Matthias Boehning, representante de la Alianza Evangélica Mundial, comparte sus impresiones después de asistir a la conferencia climática global en Egipto.
John Wyatt, el conferenciante principal del las próximas Jornadas de Bioética, explora en esta entrevista la respuesta cristiana a diversos temas candentes, como aborto, eutanasia, inteligenca artificial y cuidado de la creación.
Ofende a Dios la comunidad de fe cuyos miembros introducen en ella hábitos pecaminosos. Los fieles testigos de Jesucristo marchan contracorriente gracias al poder del Evangelio.
El pueblo se defiende de la adversidad huyendo, renunciando a seguir y pretendiendo volver atrás. ¿Por qué?
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.