El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Nuestras experiencias más dolorosas, nuestros orígenes, todo ello son factores que nos influyen. Pero no tienen el lugar que se les ha dado en nuestra sociedad global materialista.
Conocer y creer al Dios bebé, el Señor de Señores, nos ha enseñado que este mundo solo cambia cuando se buscan primero los valores del reino de Dios y su justicia.
Ese Cristo minúsculo, reducido a las voluntades individuales y del que muchos se apartan cuando ya no cumple con sus deseos, es tan cierto en muchas vidas como distante de aquel que se ha encarnado.
Tú siempre eres más de lo que podamos imaginar.
Porque somos humanos y todo lo humano se puede tratar, para nosotros son importantes las historias que reflejan nuestro dolor y, al mismo tiempo, nos recuerdan que podemos ser amados, perdonados e incluso salvados.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Jesús escoge la alegría, el gozo, el disfrute humano de una sencilla boda de pueblo para darse a conocer.
El dinero no hace la felicidad, claro está, pero gracias a su convincente poder fascinador, produce algo tan parecido que la diferencia es cosa de especialistas.
Salir bien parados de todo esto requiere un cambio de corazón, una reconciliación y relación profunda con el Creador a nivel personal.
Eran más los que mejoraban con la desprescripción que con la prescripción.
La visión de que “todo es un absurdo” sobrepasa el dolor. Desencaja cualquier concepción que pudiera haberse hecho de la vida, de todo cuanto conocemos.
Tras el incendio que arrasó el antiguo campamento, apenas un reducido número de refugiados ha sido reasentado fuera de Lesbos.
El Jesús interpretado a partir de su vida, muerte y resurrección, con toda la carga de radicalidad evangélica que plantea, constituye lo no negociable del cristianismo.
Renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, todo es espectáculo.
Nosotros mismos somos el elemento que más nos desconcierta de este mundo.
En un mundo que se sujeta a sus propias falsedades, la verdad acaba resultando ser el consenso de la mayoría, aunque objetivamente sea absurda e increíble desde las propuestas de la razón.
Son cereales que soportan bien los cambios climáticos bruscos, crecen pronto y resisten bien las plagas.
El autor del libro de Eclesiastés analiza la existencia desde todos los ángulos posibles.
Añadimos nuevas propuestas al modelo de hombre por el que apuesta nuestro mundo desde la nueva “Religión del Mercado”.
Presento una radiografía de la sociedad que, aunque nos cause asombro, sorpresa y tal vez vergüenza, hemos edificado en las últimas generaciones.
Conversamos con Aitor de la Cámara sobre el auge del movimiento de oración en Europa. En la segunda parte, analizamos los cambios legales en Francia que pueden limitar la libertad religiosa.
¿Es posible existir entretenidos solo en cosas, de tal modo que la vida se nos escape entre las manos sin poder disfrutarla en realidad?
El vendrá, sin ninguna duda, lo ha prometido. La pregunta es ¿qué encontrará cuando lo haga?
Sintió como nunca antes que creía, que esperaba y que amaba.
Suiza está dejando atrás rápidamente sus raíces cristianas, pero la secularización abre nuevas oportunidades para compartir a Jesús, dicen desde la Alianza Evangélica nacional.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.