El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La conocida mariposa monarca constituye un ejemplo para nosotros en varios aspectos.
No es capaz de explicar los hechos comprobados por la embriología, ni constituye tampoco un argumento sólido en favor del darwinismo.
Las ideas de Weismann dividieron a la comunidad científica en facciones hostiles. La teoría del plasma germinal o germoplasma polarizó las opiniones debilitando al darwinismo.
El mendelismo implicaba una definición estática de las especies cuyos factores hereditarios eran constantes de generación en generación.
Lo que tantos fósiles demuestran es que en el pasado existieron muchos más tipos básicos de organismos que en la actualidad.
Desde principios del otoño de 1838, Darwin dedicó el resto de su vida a demostrar que la selección natural era el motor de la teoría de la evolución de las especies.
La misión de la ciencia es reflejar lo más fielmente posible la realidad natural, sin distorsionarla o entrar en especulaciones indemostrables.
Darwin manifestó sus prejuicios sin ningún tipo de escrúpulos. Compara los indígenas primitivos con los hombres civilizados y llega a la conclusión de que los primeros no son seres del todo humanos.
Hasta ahora, los argumentos darwinistas imperaban sobre los lamarkistas. Sin embargo, la epigenética vuelve a darle parcialmente la razón al señor Lamark.
Las ideas lamarckistas acerca de la influencia del ambiente sobre las especies vuelven a estar de moda, gracias a los últimos descubrimientos de la epigenética.
El propio abuelo de Darwin ya tenía también ideas transformistas. Escribió un libro sobre ciertos problemas relacionados con la evolución, declarándose partidario de la herencia de los caracteres adquiridos.
Es verdad que vivimos en un mundo caído y sometido al mal, pero en el que todavía resulta posible detectar migajas de aquella bondad primigenia con la que el Creador hizo todas las cosas.
Ni la vida ni los ecosistemas naturales existirían sin esta extraordinaria reacción química que viene ocurriendo silenciosamente desde los orígenes.
¿Acaso el raciocinio humano no puede ir de la mano de la esperanza teísta?
La compleja arquitectura de las plumas aviares, así como las alas, pulmones, cerebro o el aparato circulatorio de estos vertebrados voladores evidencian un elevado diseño aerodinámico.
La simplicidad y la belleza de los lirios del campo, que dependen exclusivamente de Dios, resultan del todo incomparables con cualquier riqueza o mérito humano.
El volante de la historia no lo conducirá el siniestro “anticristo”, ni mucho menos, sino el Soberano de los reyes de la tierra que es nuestro Señor Jesucristo.
En este proyecto, pionero y con resultados concretos en un periodo de tiempo limitado, ha participado un joven investigador evangélico.
La crucifixión de Cristo y su posterior resurrección nos confirman que la muerte tiene los días contados. Del amor de Dios que llevó a Jesús a la cruz, no podrá separarnos nada.
El dolor alerta de la enfermedad y permite tratarla. Hay sufrimientos que pueden tener sentido pedagógico.
En una época en la que se desconocían los microbios patógenos o los virus y priones, las Escrituras previenen determinados comportamientos y ponen de manifiesto así la sabiduría infinita que subyace detrás de sus páginas.
Según la Escritura, toda vida viene de Dios ya que Él es la fuente de la vida.
Un trabajo de investigación genética ubica a los primeros seres humanos modernos en la región que hoy ocupa el país del sur de África. Científicos cristianos aseguran que no es concluyente y que el debate sobre nuestros orígenes continuará.
En la Biblia no se habla en absoluto del mítico dragón alado imaginado por tantos pueblos, con una cresta en la cabeza, enormes garras y capaz de echar fuego por la boca.
Son unas de las aves más inteligentes que existen y hasta son capaces de usar herramientas rudimentarias para lograr su alimento o jugar con la nieve.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.