Unas 20 personas fallecen en dos atentados suicida contra la comunidad chií. Los ataques terroristas marcan un enero negro en la capital iraquí.

 

El ISIS comunica que el ataque a la discoteca Reina en suelo turco se enmarca dentro de su lucha “contra los protectores de la cruz”. En la capital iraquí han sufrido atentados en los últimos tres días contra la comunidad chií.

En Kabul, al menos 80 personas murieron el sábado. En Bagdad, este domingo han muerto al menos 21 personas. Ambos ataques han sido revindicados por Daesh.

Un suicida hace explotar un coche bomba junto a una heladería: 135 heridos en una zona muy concurrida. En Bangladesh, otro ataque yihadista acaba con la vida de 28 personas.

Yihadistas del Estado Islámico imponen leyes brutales en áreas que ocupan de Irak. En todas las comunidades realizan abusos, humillaciones, torturas y asesinatos.

Dos bombas explotaron, una de ellas en las cercanías de un templo.

A menos de dos semanas del ataque más mortífero contra los cristianos, donde 56 creyentes fueron asesinados, la policía local informó que al menos 11 bombas estallaron en una hora en tres barrios cristianos en Bagdad el miércoles 10.

En el barrio Dhora de Bagdad el movimiento chií Aina, liderado por Moqtada Al Sadr, ha amenazado de muerte a los cristianos, advirtiéndoles que los matarán de no convertirse a la religión musulmana.

El entrenador del equipo nacional iraquí de tenis ha sido asesinado en Bagdad junto a dos de sus jugadores, por varios fanáticos islámicos, que los acribillaron a tiros. Los asesinos estaban irritados porque los deportistas vestían pantalones cortos.