El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Nuevos hallazgos muestran la presencia de nobleza de procedencia israelita en la capital del reino de Judá cien años después de la caída de Samaria.
La estatua -de un faraón- fue destruida en el mismo tiempo y lugar de la destrucción de la ciudad de Jasor por las tropas judías según Josué 11:10-11.
El sistema de Mykytiuk ha verificado ocho reyes del Reino del Norte de Israel y seis reyes de Judá (Reino del Sur). Incluye las figuras de los reyes Acab y David.
Encuentran los restos de una ciudad a la orilla del mar de Galilea que podría haber sido el hogar de tres de los apóstoles.
Las excavaciones muestran el alto desarrollo cultural en el reino de Judá y la destrucción de la ciudad en la invasión babilónica del año 586 a.C.
Un nuevo descubrimiento en la antigua ciudad de David acerca el relato de la Biblia a los hallazgos arqueológicos.
El lugar donde tres tradiciones cristianas sitúan la tumba de Jesús ha sido restaurado por un equipo internacional que advierte del potencial peligro de colapso de la estructura.
En la inexplorada ciudad bíblica de Kiryat Yearim (donde se guardó el Arca de la Alianza 20 años tras devolverla los filisteos hasta llevarla al Monte del Templo) buscarán evidencias de la Edad de Bronce y Hierro, tiempo de Jueces y primera monarquía.
Durante bastante tiempo, los arqueólogos dudaron de la historicidad de Salomón y de que hubiera poseído caballos, ya que en aquella época supuestamente sólo se usaban camellos.
Hallan una nueva cueva que albergó manuscritos de textos sagrados judíos de tiempo del Segundo Templo. Tras las once anteriores es la primera cueva de este tipo descubierta en los últimos 60 años.
Más de 250.000 personas, muchos cristianos (sobre todo protestantes) procedentes de todos los rincones del mundo, visitan cada la tumba del Huerto cada año, en la que se cree que fue sepultado Jesús.
Descubren en las colinas de Judea un raro grabado en roca de una menorah, oculto en una cisterna de agua. Representa la que se hallaba en el Segundo Templo de Jerusalén.
Antiguas losas contienen el “primer alfabeto del mundo”, una forma temprana de hebreo con nombres y datos que concuerdan con la Biblia, según el arqueólogo Douglas Petrovich.
El reciente hallazgo de joyas de 3.600 años en Gezer sugiere que se deseaban vincular deidades de Mesopotamia/Canaán y Egipto.
Es la más antigua mención en hebreo de "Yerushalem", encontrada en un papiro que data del período del Primer Templo, hace 2.700 años.
Encuentran objetos, entre ellos un altar profanado, que confirman el relato bíblico según el que el rey de Judá eliminó la adoración a los baales en su territorio.
Tecnología 3D consigue “desenrollar digitalmente” la copia más antigua encontrada hasta la fecha.
El edificio palaciego descubierto en Gezer tiene 3.000 años de antigüedad, época en la que la Biblia sitúa el próspero reino del hijo de David.
Los restos de la construcción, en Tel Rechesh, son de la primera sinagoga descubierta en la Galilea rural anterior a la destrucción del Segundo Templo, y confirma el relato del Evangelio.
Los arqueólogos han encontrado más de 200 cuerpos enterrados hace más de 3.000 años en la ciudad filistea de Ascalón.
La descubridora del papiro dice que puede ser una falsificación. Muchos expertos ya lo habían advertido tras analizarlo.
Pertenecía a un funcionario egipcio que “probablemente tuvo una elevada posición que habría sido similar a la del personaje bíblico de José”.
Soldados de diverso rango en la época del primer templo sabían leer y escribir, de acuerdo a los descubrimientos arqueológicos.
El sello, símbolo de posesión y poder económico, confirma el importante papel de la mujer en la época del Primer Templo, como se describe en el libro bíblico de Proverbios.
Por primera vez los arqueólogos hallaron tejidos de 3.000 años de antigüedad, con diseños complejos y diversos tintes.
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