El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Se veía pequeño, muy pequeño. Todo le parecía nuevo.
La lírica hispanoamericana ha perdido una de sus más grandes referencias.
En ese afán perfeccionista, los lanudos llegaron a excluir al propio pastor de las discusiones en asamblea.
- A ver, prueba a sonreír un poco… Mírate ahora en el espejo y vuelve a la foto.
A la hora en punto cerraba con llave la puerta de la iglesia, evitando el acceso de los que llegaban tarde.
Experimentaron una repentina liberación. Pero, ¿cuál era la explicación?
- Dadme el mejor traje que tengáis.
- Creo que estoy sano cuando mi médico dice que estoy enfermo.
- Disculpe, señor, si he podido ser grosero con usted. Siento haberle ofendido.
- A ese sujeto que te parece ha expuesto tu intimidad, ¿lo saluda la María?
Enfatizó sobre todo que le pusiesen aceite a los bocadillos.
Si es un tesoro escondido y lo encuentras, te pertenecerá.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Aquellas fueron sus primeras navidades.
― Qué extraño, a mí me ha dicho que no está bien.
La convivencia de diferentes identidades nacionales, el sistema electoral o la igualdad en derechos tan fundamentales como la libertad religiosa, entre otros aspectos, ponen de manifiesto la necesidad de un consenso renovado. Diferentes voces del ámbito evangélico analizan el estado de la Carta Magna hoy.
Una manera de solucionar el nudo gordiano, no deshaciendo su complejidad intentando entenderlo, sino cortándolo.
El proceso de ‘impeachment’ iniciado en octubre contra el presidente de los Estados Unidos arroja dudas sobre la fortaleza del mandatario a menos de un año de las elecciones.
― ¿Qué fue lo que te dijo Dios en tu primer encuentro con Él?
Se sentaba un buen rato en la sala de espera, y en ese tiempo iba recobrando la salud perdida.
Pero, ¡alto!, ¡alguien pretende pasar un adoquín!
― ¿Por qué se machaca tanto al auditorio con el “sálvense, sálvense”… ¿Acaso están alistando una membresía de perdidos?
“Sí Elías, acepto tu celo contra los sacerdotes de Baal, pero debes saber que prefiero mostrarme en este silbo apacible y delicado”.
Dios quiere dar vida mediante la conversión y el arrepentimiento.
― ¡Vaya! Se me ha olvidado el refrán… No entiendo por qué a veces tengo estos lapsus.
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