El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Hasta ahora, los argumentos darwinistas imperaban sobre los lamarkistas. Sin embargo, la epigenética vuelve a darle parcialmente la razón al señor Lamark.
Todo lo metafísico tiene una importante presencia en la obra de Rosalía de Castro: Dios, la religión, el alma, la muerte, la eternidad. También el amor.
En su mayoría eran jóvenes con problemas derivados de la escasez de trabajo y el difícil acceso a la vivienda.
Una de las curiosidades biológicas que presenta esta rata-topo de Tierra Santa es su extraordinaria resistencia al cáncer.
La muerte, como cierre de la vida, transforma la expresión total de una existencia. Así la vio Don Quijote, con rostro humano.
Las ideas lamarckistas acerca de la influencia del ambiente sobre las especies vuelven a estar de moda, gracias a los últimos descubrimientos de la epigenética.
El lugar donde el Señor se apareció a Abraham, no eran probablemente encinas o robles sino terebintos.
Había algo que el maestro no nos podía decir desde la racionalidad y lo intentaba desde la extravagancia.
El propio abuelo de Darwin ya tenía también ideas transformistas. Escribió un libro sobre ciertos problemas relacionados con la evolución, declarándose partidario de la herencia de los caracteres adquiridos.
Blanca de los Ríos añade que “Don Juan era sobre todo un creyente, un olvidadizo de Dios que aplaza su conversión hasta apurar la copa de los deleites”.
El rector de la universidad recibe al alumnado novel de Medicina con una consigna.
Un poema de Antonio Colinas, con fecha de 1946, recogido de su antología Noche más allá de la noche (1980-1989). (Selecciona Isabel Pavón)
Hay dos términos en la Biblia que se traducen por “tela de araña”, uno aparce en Isaías y otro en Job.
Sus mentiras a Don Quijote no eran tales, sino la verdad enmascarada. Con ellas no pretendía beneficio alguno, ni dañaban el cuerpo del hidalgo.
La creencia en que los organismos originalmente creados pudieran cambiar de manera natural a través del tiempo no fue desarrollada por el cristianismo medieval.
Su obra más conocida es Cántico Espiritual, escrita sobre el Cantar de los Cantares a petición de la madre, Ana de Jesús.
Él está más cerca que Marte para quien lo quiera buscar.
Una de las cubiertas de la techumbre del Tabernáculo del pueblo de Dios en el desierto de Sinaí podría haber sido confeccionada con pieles de tejón, dugón, o delfín.
Marcos Sancio ha escrito cinco libros. Aquí presento tres de ellos.
No cabe duda de que la teoría darwinista del siglo XIX hunde sus raíces en este antiguo suelo naturalista del mundo clásico.
Enamorado del Cantar de los Cantares, libro que constituye una perla literaria y amorosa en el Antiguo Testamento, hizo una versión castellana partiendo del original hebreo.
— Ese señor del que usted me habla no le conozco ni sé quién pueda ser.
La Biblia afirma que Abraham plantó un árbol de tamarisco en Beerseba e invocó allí a Dios, y que los huesos de Saúl fueron sepultados bajo un tamarisco en Jabes.
El Nuevo Testamento, principalmente los cuatro evangelios, enseñan que el cristianismo no es una religión, el cristianismo es vida.
He querido manifestar en esta obra mi punto de vista favorable a la descendencia de una sola pareja.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.