El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Poco se ha escrito sobre el sentir religioso de Álvaro Mutis.
Cuando venimos al Señor, todos traemos algo o mucho de esos daños emocionales y nos conforta saber que, en Jesús, nos encontramos con la posibilidad de que toda nuestra vida sea restaurada.
El oído es como un sofisticadísimo transductor o sensor que hace lo mismo y envía dichos impulsos eléctricos al cerebro para que sea éste quien los interprete adecuadamente.
En una de sus novelas, Echenique recuerda algunos episodios de su vida durante la estancia en el colegio religioso de su infancia.
En este asunto de la tristeza y el gozo, haríamos bien en mirar a nuestro bendito Maestro.
El poeta entregó gran parte de su vida a la Teosofía, de la que escribió varios libros y numerosos artículos en las revistas.
Ser cristianos no nos deshumaniza; al contrario, nos humaniza mucho más y debería hacernos más sensibles al dolor propio y al de los demás.
Peza no escribió una sola pieza de contenido religioso digna de figurar en una antología. Con todo, tampoco fue indiferente a la religión y a sus misterios.
En cuanto a los que sufren pérdidas que desde el punto de vista humano son irreparables, no nos conviene ir por delante de Dios sino ir a su paso.
A Paz le sorprende el atrevimiento de Job para dialogar con Dios y se ve a sí mismo en busca del Eterno.
En todo el relato relacionado con esta pobre mujer, es posible que estuviera embargada por un espíritu de amargura, por todo lo vivido.
Ochoa era mujer católica que, al igual que Gabriela Mistral, tenía la Biblia como libro de cabecera.
Pretender que el bautismo con, o en, el Espíritu Santo debe ser una experiencia subsecuente a la conversión no se adecua al testimonio de las Sagradas Escrituras.
La fe se despertó en él de una forma natural. En Plenitud afirma que “el hombre es un ser organizado especialmente para creer”.
No quedó parte alguna de los receptores del Espíritu Santo que no fuera llenada, tomada y controlada por el Espíritu.
Neruda expresa la dramática sed de espiritualidad celestial que invade el corazón humano.
Por supuesto, el Espíritu Santo no iba a venir dos veces, una en esta ocasión y otra en el día de Pentecostés.
El sentido religioso de la poetisa prohijó en su creación un vínculo profundo con la tierra y con el ser humano.
Ningún creyente que ama a Dios y quiere todo lo que él ha dispuesto para sus hijos e hijas, quiere perder nada de la bendición de Dios.
En su obra poética la muerte es una inminencia y el encuentro con la eternidad una realidad garantizada.
Podemos decir que el cumplimiento de la promesa sobre la venida del Espíritu Santo constituye uno de los hechos esenciales de la Revelación de Dios.
La imposibilidad de fotografiar el rostro de Dios, el no poder verlo como vemos al ser de carne y hueso que tenemos junto a nosotros, no son razones para deducir su inexistencia.
En casi todas sus novelas hay alusiones, citas y referencias a estas cuestiones trascendentales. Personajes que discuten, aprueban o desaprueban, creen o no creen en la espiritualidad del ser humano.
Mirándole a él desde su nacimiento hasta su resurrección sabremos de la importancia del Espíritu Santo, en su vida, pero también en la nuestra.
Fue un gran poeta, un incomparable artista, un innovador de las ideas y del verso.
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