El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Gracias a la labor de esclavitud XXI (miembro de Stop the traffik) Nestlé España ya usa el sello de cacao justo, que certifica que no hay niños esclavos en su producción. Nos lo relata Beatriz Heurtaux, responsable de la campaña por cacao justo de Esclavitud XXI.
Para Miguel Wickham las iglesias evangélicas no han sabido dar un mensaje ecológico al mundo, y es necesario volver a la Biblia para encontrar las respuestas. Una entrevista de Beatriz Garrido.
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