El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
De Bernabé aprendemos que vale la pena dar oportunidades y acompañar a otros en su camino de crecimiento.
Dedicamos nuestro programa 7 Días a conversar con Jaime Fernández, afectado por la Covid-19 y ya recuperado.
La esperanza que Dios nos da es definitiva, fiel, confiable, total, indudable e invencible.
Si no leemos la Biblia, quedamos desprotegidos ante cualquier idea que pueda parecer buena sin serlo.
El odiado virus nos está haciendo pensar en lo realmente importante que nosotros pensábamos que era accesorio.
Dios nos ama tal como somos.
Hemos caído en la trampa de creer que lo que merece la pena son los objetivos, los números, las actividades...
Las bendiciones dan vida, las maldiciones la quitan.
¿Qué pasaría si todos nos diéramos cuenta de que lo más importante en la vida es ser nosotros mismos, y no tanto llegar a ser el número uno en algo?
Estas circunstancias nos hacen reconsiderar nuestro camino y desafía nuestro orgullo.
La Biblia nos enseña que el mismo pueblo de Dios dejó de creer en Él.
Echamos la culpa a la “sociedad” de muchas cosas, sin pararnos a pensar ni un solo momento en que somos nosotros los que vivimos en ella.
Tomás sabía que Jesús era Dios, y así se lo dijo delante de todos ¡Lo sabía, pero las dudas estaban a punto de hacerle caer!
El misiólogo Jaime Memory analiza las crisis y oportunidades que los europeos han enfrentado en la última década.
La fe de Felipe es un ejemplo de su disposición para la extensión de la obra de Cristo y su evangelio.
El maligno busca hacer que todo sean altibajos sin sentido y que dudemos de nosotros mismos.
Lo que es importante en la vida es aquello que nos abre las puertas de la eternidad.
En el nuevo libro de Jaime Fernández, las historias de cine, música o deporte nos ayudan a reflexionar sobre las cosas más importantes de la vida.
Ana llevaba 60 años predicando que el Mesías iba a venir. Los héroes y las heróinas de Dios son capaces de proclamar el mensaje del Señor, y no les importan las circunstancias ni lo que ocurra con sus vidas.
Cuando sabemos que algo no está bien, nos escondemos.
La historia de Caleb, un hombre que puso totalmente su confianza en el poder de Dios, nos deja grandes lecciones.
El haber rechazado a Dios nos está llevando a situaciones que muchos ni imaginaban.
Dios puso la naturaleza a nuestro cuidado y estamos demostrando ampliamente las razones por las que no se nos puede dejar solos.
Queremos racionalizarlo todo, pero cuando nos hablan de Dios, ninguna razón sirve.
La Biblia nos enseña que el Espíritu de Dios ilumina nuestra vida, porque él es la luz en su propia esencia.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.