El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
UNICEF declaró “Día Universal del Niño” al 20 de noviembre. Paradójicamente, los ‘ideólogos de género’ se niegan reconocer que no respetan la Declaración de los Derechos del Niño.
Fueron los babilonios y los persas quienes pusieron los fundamentos de todo lo que hoy consideramos astronomía.
La Biblia dice que el cuerpo de los creyentes es templo del Espíritu Santo.
Los agentes de las ideologías ateas niegan que tener fe en Jesucristo sea lógico. Presumen, no obstante, de racionales y lógicos al imponer con violencia su totalitario ‘progreso inclusivo’.
Este pequeño libro está centrado sin ningún complejo en la iglesia local como el motor de las misiones mundiales.
Tarragona acogió a 200 evangelistas de 40 países de la red FEUER, un movimiento que busca impulsar la predicación del evangelio en las universidades.
Nuestra cultura enseña que la lógica y la razón guían nuestras conclusiones. Pero, a los que creemos en Cristo y conocemos el origen trascendente de ambas ¡nos tratan de retrógrados!
Antes de subir nada que les afecte a ellos, es necesario valorar qué es lo mejor para nuestros pequeños.
El 20 de noviembre fue designado Día Internacional de los Derechos del Niño por la ONU. Muchos ya nos preguntamos: ¿De quién es el derecho de educar a los niños: de los padres o del Estado?
Frente a la actual sucesión de catástrofes se oye a muchas personas protestar contra Dios, los políticos o la suerte. Sienten como si estuviesen siendo defraudadas en su buena fe.
¿Cuál fue el mejor momento de Jesús para ayudar a una persona encorvada a enderezarse? La respuesta fue al instante, en aquel ahora.
Diversas organizaciones cristianas están trabajando en la zona donde el terremoto y tsunami causaron cientos de fallecidos y graves pérdidas materiales.
A los que hemos sido aceptados por Jesucristo para salvación y vida eterna Él nos ha encomendado una misión irrenunciable; que requiere integridad espiritual, moral y ética
La respuesta científica le da un papel destacado al ‘azar’, mientras que la respuesta cristiana dice que hay un propósito bueno detrás de esto.
El gentío quería un Jesús dispensador de bienes y bendiciones materiales. Pero los bienes y bendiciones materiales dispensados momentáneamente por Jesús señalaban a los auténticos bienes y bendiciones, que son de naturaleza espiritual.
El comunicador cristiano tiene retos, pero también buenas herramientas, para llevar a cabo su labor con palabras que sanen y construyan.
La Librería Abba acogió un acto para celebrar la trayectoria de este medio. Fue un tiempo de reencuentros, emoción y el desafío a seguir comunicando para construir.
Gran parte del debate entre ciencia y fe no tiene razón de ser, aunque no le faltan combatientes.
Antes de que el mundo mejore en el regreso de Jesucristo, empeorará mucho más de lo que es hoy en día.
La música que abre cada partido de la competición está inspirada en uno de los himnos que Haendel compuso basándose en el episodio bíblico de la coronación del rey Salomón.
Un alud de barro arrasó a la iglesia de la isla de Sulawesi donde se celebraba un campamento. La cifra total de muertos supera las 1.200 personas y 191.000 se han visto afectados por el terremoto y tsunami del pasado viernes.
Se juntaban todos los días para compartir las maravillas que Dios estaba haciendo en ellos; se reunían para gozarse en Él. La perseverancia en la comunión hizo al sitio; no la inversa.
La ley del embudo: lo ancho para lo propio, lo estricto para los demás, se ve con excesiva frecuencia aplicada por la Iglesia Católica Romana.
Sentarnos a reflexionar acerca del destino de los condenados llena nuestros corazones de tristeza.
Los recién convertidos comenzaron a desprenderse de los bienes materiales que tenían. Lo que era imposible para los hombres, no lo fue para Dios.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.