El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Debemos elegir entre impresionar a la gente o servirla. Debemos liderar desde nuestra debilidad y no desde nuestra fortaleza.
No es necesario cambiar de lugar para ser misionero, sino cambiar la intención: sabernos llamados a vivir en el nombre de Jesús.
Si nosotros vamos a continuar con lo que Jesús comenzó, necesitamos el impulso de la compasión, porque si no, no lo haremos.
Jesús, como en todo, es nuestro modelo. Su inversión en las vidas fue impresionante y nos invita a seguir sus pasos.
Una consecuencia de nuestra experiencia espiritual de conversión es que todos y cada uno de nosotros estamos en el mismo proceso, aunque podamos estar en puntos distintos del camino.
“Mucho se perdió entonces”, decía Galadriel en “La Comunidad del Anillo” y así será si no somos capaces de integrar a los jóvenes en la dinámica de la misión de Dios.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.