El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Jesús es mi alimento vital y su proyecto redentor es mi mayor interés en esta vida.
La compasión de Jesús nos constriñe y nos empuja a amar a la gente demostrativamente, porque obras son amores y no buenas razones.
Entendiendo la Iglesia de Dios como la comunidad de hombres y mujeres redimidos por la sangre de Jesucristo y, a la vez, regenerados por el poder del Espíritu Santo.
Huimos de Dios porque nos hemos endiosado y también huimos de Dios porque hemos llegado a pensar que ya tendremos tiempo para pensar en Él.
Nuestra conciencia no es el estándar de nuestra santidad, es solamente un guía. Nuestro estándar de santidad es Cristo y solamente Cristo.
Somos llamados a convertirnos en gente que tiene la vista puesta en la ciudad de Dios y en el mundo venidero.
Las plenarias, talleres y mesas de trabajo están orientadas esencialmente a la proclamación del Evangelio de Jesús de todas las maneras posibles.
Todos los acontecimientos sociales están yendo mucho más deprisa que nunca antes hacia el punto Omega del final de la historia de la humanidad.
Cualquier cosa es posible hoy en día; lo que nos podría parecer inverosímil tiempo atrás, ahora es más creíble que nunca.
En medio de la prueba la Iglesia sigue caminando en victoria.
Todos los redimidos, salvados y limpiados de la maldición del pecado por la sangre del Cordero, disfrutaremos de un período de perfecta paz mundial y de una justicia tan desconocida como inapelable.
Dios, el autor intelectual de nuestra existencia, nos ha enseñado a amar la vida, como nadie más puede hacerlo.
Soy muy feliz sirviendo al mejor de los amos y que aunque pudiera vivir diez mil vidas aquí en la tierra, seguiría siendo impagable mi eterna deuda de gratitud hacia mi Salvador.
Cuántas veces albergamos en nuestros corazones esas dudas secretas que, en el peor de los casos, nos carcomen interiormente y matan no solo la fe sino también nuestra esperanza.
Librémonos de tanto ensimismamiento mental (el mundo no gira alrededor nuestro) y oremos a Dios cada día en la confianza de que Él aliviará nuestras cargas.
Los ojos del Todopoderoso son la radiante luz de la Verdad, que traspasan nuestras mismas almas y que nos pueden cautivar por completo.
Hablemos sobre la importancia de despegar y aterrizar con éxito durante el período veraniego.
La fe viene a ser para el creyente fiel algo así como la sangre de la vida cristiana; lo primero que hemos de aprender es a pensar en fe.
Dios está buscando hombres y mujeres de fe que abracen los sueños del Padre y se pongan manos a la obra.
La facultad de amar lo imposible nos viene dada por el Espíritu Santo.
La conversión real es una auténtica crisis de conciencia, confrontándonos a nosotros mismos ante la santidad de Dios y reconociendo nuestra absoluta necesidad de Él y de su perdón.
Esta es como una expresión de infinita gratitud a mi buen Dios, a propósito de mi setenta cumpleaños.
Dios ha tomado su mayor expresión humana en Jesús. Él y solamente Él es la Luz que ilumina nuestra existencia.
La nueva generación de discípulos necesitará de una poderosa dotación del Espíritu para enfrentar los diabólicos y perversos desafíos que ya se están produciendo en el mundo entero contra la verdadera Iglesia de Dios.
Vivir en santidad como estilo de vida es descubrir el verdadero secreto de la felicidad.
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