El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Quienes “mueren en el Señor”, cuando exhalen su último aliento aquí en la tierra, estarán insuflando en su plenitud la vida eterna.
Es bueno, y hasta necesario, estar en estado de alerta, pero sin ansiedad, ante la pronta venida de Jesús, el Amado de los cielos.
Durante esta pandemia mundial, muchos se hacen preguntas.
Pude descubrir el verdadero significado de la Nochebuena, cuando yo mismo tuve mi encuentro personal con ese buen Dios y Padre Celestial.
Uno de estos días pudimos recorrer las Ramblas, uno de los bulevares más bonitos del mundo, sin duda alguna.
El pecado se produce de forma larvada en nuestro corazón carnal y sinuosamente va seduciéndonos hasta quedar atrapados.
Jesús volverá de nuevo a por su Iglesia y la tomará asimismo para que donde Él está nosotros también estemos.
Nos cuesta pensar en grande y aceptar el desafío de la fe que nos propone la misma Palabra de Dios respecto a todas las cuestiones de nuestra existencia.
Este es el manifiesto de Nazaret proclamado por Jesús en el año 1 de nuestra era.
La vida aquí en la tierra apenas es un simple ensayo general para la gran cita eterna.
La lectura serena y reposada de la Biblia de forma continua nos produce una transformación espiritual e intelectual realmente impresionante.
Las verdaderas amistades son recíprocas y respetuosas, además de leales, estas son las amistades duraderas.
Dios está buscando hombres y mujeres de fe que abracen los sueños del Padre y se pongan manos a la obra en esta dirección.
Diez consejos sencillos, pero prácticos, para entrar en un avivamiento personal:
Creo que el mundo de hoy también necesita ver en acción los verdaderos milagros del Señor y no los mantras de los falsos milagreros.
Vivir un cristianismo de baja intensidad y asumirlo como una moralina religiosa se convierte en una pérdida de tiempo realmente lamentable.
El quid de la cuestión es orar continuamente y aplicarnos en esta santa práctica porque, en definitiva, a orar se aprende orando en todo tiempo
Nos referimos a la creación de Dios, su amor por la humanidad y la gratuidad de la salvación.
Creo en comunidades redentoras, en el sentido más amplio de la palabra.
Más allá de los detalles proféticos, nos interesa recordar que finalmente entraremos en el mundo perfecto y en los propósitos eternos de Dios de esa tan anhelada nueva humanidad.
Los cristianos no debemos recatarnos en proclamar atrevidamente la salvación en Cristo Jesús siempre de manera amable y sencilla, a la vez que clara y persuasiva.
Vivir por fe es una actitud contraria a todo lo que vemos y oímos hoy en día, que nos invita a cuantificarlo todo y a controlar nuestro propio destino.
Entre tanto ruido y tanta incertidumbre en todo el planeta necesitamos un referente creíble que nos imparta seguridad y estabilidad.
El noble deseo de ser felices y la incesante búsqueda de la felicidad está insertada en nuestra alma.
He descubierto, a través de los años, que el sentido del éxito para Dios es muy diferente al nuestro.
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