El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Cuando uno conoce a Dios realmente desea cantarlo de mil y una formas.
Un pastor de Yorkshire decidió escribir esta canción para que los niños de su iglesia pudieran ir cantando mientras recorrían los caminos comunicando el Evangelio.
Una canción que recuerda algo tan elemental y, a la vez, tan negado, como que el cristianismo es Cristo y que cuando no es así, es otra cosa, pero no cristianismo.
En las Escrituras se insiste una y otra vez en que la cercanía con Dios es una experiencia alegre y gozosa.
El Reino de Dios se halla donde se reconoce al mesías como rey verdadero y se vive de acuerdo a sus enseñanzas.
Ni un millar de lenguas entonando al unísono serían suficientes para describir la maravillosa gracia de Dios.
El pecador no puede pagar su pecado. Su (nuestra) única salida es acogerse, acogernos, a la gracia de Dios.
La oración real, no se parece nada a la repetición de fórmulas, ni a inclinarse ante la madera o el metal labrados, ni a dirigirse a otras criaturas.
Los grandes poderes, las grandes ideologías, las grandes filosofías, las grandes religiones deberían dar un sentido a la Historia, pero lo cierto es que pocas cosas hay más lejanas de la realidad.
El único al que podemos recurrir siempre, en todo momento, en todo lugar, en toda circunstancia, es el Señor.
Para los que hemos experimentado la inmensa e indescriptible alegría de recibir por la fe ese lavado de nuestros pecados ese día queda marcado como un día feliz.
Incluso en las situaciones más difíciles, más duras, más ingratas podemos sentir que Dios está muy cerca, que cuida de nosotros y que todo tiene un propósito.
La relación personal con Dios a través de Jesús proporciona una paz, un gozo y un amor que se escapan a los que sólo conocen la religión.
Dios no tiene piel y caso de tenerla, sería multiforme porque no juzga a la gente por su raza ni hace acepción de personas
Si Amazing Grace es mi himno preferido, es por la sencilla razón de que me identifico totalmente con la letra.
El que en medio de la tribulación contemple a Jesús, de repente experimentará una visión totalmente distinta.
Jesús ofrece su mano a los seres humanos para que depositen la suya a su vez y confíen en él para el presente y el futuro.
La única aparición que da sentido a la vida del cristiano es la de Jesús tras su crucifixión.
Jesús me estará esperando en la cima porque no confié en mis mérito,s sino que acepté su invitación para entrar en el Reino de Dios.
En el himno expresaba cómo la cercanía de Dios permitía sobreponerse a las mayores desgracias, porque Él era realmente el que podía otorgar descanso y paz.
Yo también puedo dar testimonio de que hay victoria en Jesús incluso en las situaciones más difíciles.
Aquellos que han decidido entrar en el Reino deberían tener presenteque el Padre conoce sus necesidades incluso mejor que ellos mismos.
La Biblia dice que podemos tener certeza y seguridad porque fue Jesús – no nosotros – quien ganó la salvación por nosotros.
La vida cristiana es una batalla y además lo es de manera continua, pero su metodología no es la de los ejércitos humanos sino la del corazón de Dios.
Porque él vive, como dice la canción, yo no temo al mañana. Sé que él es mi futuro y que mi vida vale más y más sólo por él.
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