El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Esta breve canción góspel afirma que soy débil, pero que Dios es fuerte.
Fue el mismo Jesús (Mateo 6: 5-8) el que señaló que la oración no era la repetición de fórmulas, ni el exhibicionismo en el culto, ni los aspavientos.
Dios es digno de recibir la honra, la gloria y la alabanza porque es el Creador.
En Él está encerrada una vida plena en este mundo y en el venidero.
La canción aúna la esperanza con el deseo de libertad y la fe profunda en que el mensaje del Evangelio puede vivirse de manera real.
Una canción que habla de cómo lo que Cristo da es amor, el amor incomparable de Dios y que además llama a tomar una decisión ahora.
Una historia real como real fue la cruz del Calvario y es una realidad que satisface las necesidades más profundas del corazón humano.
Si hay algo realmente hermoso y bello es conocer a Dios a través de Jesús.
No pensemos en lo que podemos gastar, ostentar o mostrar. Más bien compartamos y demos humildemente lo que tengamos.
Recordar el nacimiento del Mesías no es un aniversario más, es anunciar que hay esperanza para este mundo ahora y mañana.
No se trata de repetir una y otra vez fórmulas que otros crearon sino de hablarle a Dios desde el fondo del corazón.
Cuando a Pablo le preguntaron qué había que hacer para salvarse, respondió que creer en Jesús.
Dios tiene sus ojos posados hasta sobre los gorriones.
La Biblia no enseña la doctrina de una salvación por obras, sino la de una salvación por gracia.
Él no sólo llevó nuestro dolor en la cruz sino que además nos sigue instando a dirigirnos a Dios en oración para que nos ayude.
Ni las dificultades más terribles nos separarán del amor de Dios que se manifestó con enorme claridad en la cruz del Calvario.
El mensaje de la gracia de Dios concedida gratuitamente y apropiada a través de la fe, es la esencia del Evangelio.
El himno describe lo que significa pasar de vida a muerte, de oscuridad a luz, de perdición a conversión y salvación.
El cristianismo es esencialmente una relación personal con Dios, una relación que se establece a través de Jesús.
Como dice el título de la canción, caminamos firmes y adelante, sin temor alguno, porque Cristo nos ve.
Dios siempre, siempre, siempre escucha a los que se acercan a El de corazón.
La oración que agrada a Dios son palabras que expresan no lo que alguien dijo o escribió sino lo que hay en lo más profundo de nuestro ser.
La única esperanza definitiva del género humano está en Jesús el Mesías y que Él regresará.
Este mundo es pecaminoso y se las arregla para proporcionar el menor alivio posible a sus habitantes. En medio de esa situación, ¿adónde se puede ir salvo al Señor?
Cuando llegan las pruebas, siempre cabe la posibilidad de refugiarse, cubrirse, esconderse en Dios.
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