El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Es alentador ver a cristianos adoptar una postura firme, positiva y directa sobre el tema de la inteligencia artificial.
Los cristianos deberíamos estar al frente, hablando en nombre de aquellos a quienes se les ha negado el derecho.
Los cristianos tenemos que trabajar para traer un cambio pausado, invertido y que vaya desde la base hasta la parte superior, además de ser a su vez sostenible durante un periodo extendido y que pueda alcanzar a todas las generaciones.
Si tenemos una visión de nacionalidad que transciende las construcciones seculares del estado y autoridad humana, tenemos que ser más creativos al extender nuestra gracia.
El amor realmente es un tipo de relación, y la ley bíblica, a través de un amplio conjunto de situaciones, nos enseña cómo debe ser una relación amorosa en contraste a las injustas o abusivas.
Nuestra sociedad tiene, pues, mucho que aprender de la Biblia acerca de cómo brindar apoyo a los afligidos.
Aunque estemos desanimados o confusos, nunca deberíamos considerar la opción de desvincularnos de la política.
Cuando hablamos u oramos por la persecución, ¿estamos reflejando la ética bíblica y lo mejor de la tradición cristiana?
Es mejor poner en riesgo la capacidad de comprensión sobre el alcance y severidad de la persecución antes que arriesgarse a exagerar el problema.
Quizás se nos está dando un toque de atención y esperanza, y quizás es una oportunidad de aportar de forma directa una teología de la creación humilde y rica (una que nos anime a pasar a la acción).
Las simplificaciones excesivas nos alejan de una auténtica comprensión y nos dan una perspectiva distorsionada.
Lejos han quedado los días en los que había que entrar en una casa de apuestas de mala muerte para apostar unos pocos euros. Hoy en día ya se puede apostar desde tu Smartphone, con un simple toque o al deslizar el dedo por la pantalla.
Las decisiones cada vez están más influenciadas por el dictado fugaz de la opinión popular.
Pronto se van a utilizar robots en áreas tan diversas como la conducción de taxis, la construcción, la fabricación, el periodismo y la medicina.
A los ojos de Dios, la grandeza de una nación está en cómo trata a otros países, y la prosperidad material se debe ver como el resultado de la obediencia a los caminos de Dios.
La gracia común proporciona una base estable para la cobeligerancia, aunque esta actividad no es sencilla y requiere de reflexión, discernimiento y sabiduría.
La crisis económica que vislumbra Europa y EE.UU. demuestra el peligro extremo que supone la financiación basada en el endeudamiento.
Se necesita urgentemente una nueva visión radical de la economía. El autor propone aplicar una economía relacional.
A los cristianos les cuesta admitir que el capitalismo es uno de los principales propulsores de la descomposición social y moral de las sociedades occidentales.
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