El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Durante mucho tiempo ignorado por los sectores literarios más cultos, ha sido en los últimos años que escritores como Umberto Eco, Fernando Savater o Juan Marsé han reivindicado su figura.
Saúl y David son como dos caras de la misma moneda. Así nos lo cuenta el primer libro de Samuel, y nos acercamos a sus temas y narrativas en este repaso a cargo de José de Segovia desde la cultura contemporánea.
Se reedita una autobiografía del músico que se centra en su fe cristiana, que nos cuenta cómo pasó por caminos tortuosos, para encontrar finalmente el camino a casa.
La ahora también fallecida Paloma Chamorro le definió una vez como “un artista del sur dado al orientalismo, inmerso en una especie de sincretismo religioso, al que le gusta proceder por símbolos y alegorías”.
Algunos seguimos rogando a Dios por Bob, para que encuentre la paz que todavía no ha encontrado.
La historia de la mujer moabita que forma parte de la genealogía de Jesús comienza en un contexto de hambre física y espiritual. Recorremos este singular libro y sus ecos en la cultura contemporánea.
La historia de Israel entra en sus momentos más oscuros, en una espiral descendente que parece no tener fin. Sin embargo, siempre hay una esperanza.
Si entendemos con Stott que “la fe evangélica no es nada más que la fe cristiana histórica”, el movimiento evangélico es un lugar de encuentro y no de separación.
La vida de Stott es un testimonio de cómo más allá de nuestro carácter, Dios nos puede moldear por su Espíritu, para ser útiles a Su servicio, como instrumentos de Su Gracia.
El libro comienza con una promesa y acaba con cuatro funerales. Entramos en la tierra prometida, acompañados del sonido de la cultura contemporánea.
Si Stott fue uno de los principales representantes del cristianismo evangélico del siglo pasado, no era por una agenda social o política, sino por su pasión por el Evangelio.
Ahondamos en el sentido y significado de las últimas palabras de Moisés al pueblo de Israel, recorriendo la cultura contemporánea.
Nunca le gustaba exhibir su espiritualidad, pero tampoco hacer publicidad de sus actos de caridad. Por eso, hasta que su biógrafo no leyó su diario, nadie conocía la historia de cómo el pastor desapareció unos días para hacerse vagabundo.
John Stott no fue a All Souls deliberadamente. Era su iglesia de toda la vida. Volvía al lugar donde se había criado.
Continuamos nuestro recorrido por la cultura contemporánea, pasando por el cuarto libro de la Biblia, que relata la travesía de Israel por el desierto.
El protestantismo en que me he criado era fundamentalista o liberal. No había término medio. Stott me enseñó, sin embargo, que había una “tercera vía”.
Stott aprendió de Bash que la evangelización nunca debe ser manipuladora. En su estilo de campamentos se evitaba la presión por lograr una respuesta emocional al Evangelio, que en el caso de adolescentes no suele tener un efecto duradero.
El tercer libro de la Biblia es fundamental para comprender el concepto de santidad. Revisamos el significado de la santidad y sus esbozos en la cultura contemporánea.
Si de los humildes es el Reino de los Cielos y los mansos heredarán la tierra (Mateo 5:5), Patrocinio mostraba con su mansedumbre y humildad ser un seguidor de Jesús en lo único que podemos imitarlo.
En el viaje del pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida, reciben la ley y los mandamientos, algo que también ha inspirado a innumerables músicos y artistas.
La objeción de conciencia del “tío John” mientras su padre estaba en el cuerpo militar de sanidad, rodeado por los nazis en Dunquerque, le llevó a una incomprensión y ruptura, por la que no tuvieron ninguna relación durante muchos años.
El relato de Éxodo se abre con la presentación del Dios de Israel a un pueblo esclavizado. La liberación del pueblo ha inspirado multitud de canciones, películas y diversas narrativas en la cultura contemporánea.
Hablando de su vida antes de conocer a Cristo, Stott decía que “no podía entender por qué estaba envuelto en una neblina y no podía acercarme a Dios. Parecía remoto y distante. Ahora sé la razón. Dios no era responsable de esa nube, sino yo.”
Cansado de los predicadores de moda en Estados Unidos y del fanatismo político de un movimiento evangélico cada vez más extremista, siento nostalgia de aquel “cristianismo histórico” del que hablaba Stott.
Entramos en la segunda parte del primer libro de la Biblia, recorriendo la vida de los patriarcas en esta ruta musical y cultural contemporánea.
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