El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Lo malo no precisa esfuerzo para crecer; lo bueno necesita mucho. Esa es la simple, pero profunda, lección que nos brinda el campo.
Hay una envidia a evitar, porque si lo envidiado es malo, aunque tenga beneficios, es pasajero y se acaba; pero hay lo que en verdad es digno de ser envidiado, porque dura para siempre.
Esta volatilidad que en realidad tiene lo que en apariencia se presenta como imponente, debiera hacernos reflexionar sobre lo que verdaderamente es creíble.
La tormenta del malo durará lo que está estipulado que dure. Quien permanece es el justo, por la poderosa razón de que su fundamento es inamovible.
Justificar y condenar no es algo privativo de los tribunales. Se hace todos los días por muchos otros canales.
No es su repetitivo acto lo que hace que el necio sea necio, sino que es su necedad lo que le arrastra a repetir el acto.
Antes de que hubiera ninguna civilización o Estado, el matrimonio ya estaba ahí. Es anterior a todo lo demás y por lo tanto posee una excelencia que le comunica un honor particular, que ninguna otra entidad tiene.
Por más que los ojos deseen y codicien, nunca quedarán contentados, porque siempre querrán más.
Sería lamentable sufrir feroces dentelladas por causa de algo en lo que no merece la pena inmiscuirse.
El corazón humano puede aparentar humildad, cuando el orgullo es quien está agazapado; puede pretender sinceridad, si bien la doblez anda escondida en sus repliegues.
Estamos ante una escena de destrucción sostenida y extraordinaria, siendo su resultado devastador.
Lo que ocurre con el estado de nuestro cuerpo tiene también su similitud con el estado de nuestro interior, que ciertamente está sujeto a una condición de endurecimiento
El Custodio del conocimiento no será sorprendido ni se verá superado, por lo que el excelente depósito que guarda está asegurado.
¿Cómo pretender levantar un edificio, si el fundamento carece de solidez?
Empeñarse en construir la casa-edificio como si fuera lo máximo, pasando por alto la casa-familia, puede llevar al desastre.
Teniendo en cuenta que los tiempos que vivimos son de necedad elevada a infinita potencia, ¿cómo saldremos airosos del desafío de responder, o no, al necio?
Hay una relación proporcional entre cuidado y valor. Si algo vale mucho, lo cuido mucho; si algo vale poco, lo cuido poco o no lo cuido.
Con el uso de la libertad se abren dos escenarios de consecuencias, como son el del provecho y beneficio o el del quebranto y perjuicio.
Qué bueno es percibir que la soberanía de Dios está sobre todas las contingencias desconocidas e inesperadas, no escapándosele ninguna.
Si hay alguien que habla abundantemente en el Nuevo Testamento sobre el castigo de Dios, y en su aspecto más temible, ése es Jesús.
Jesús tomó los mejores significados de astuto y simple para enseñar a sus seguidores cómo debían moverse en este mundo.
Las pantallas táctiles han potenciado el alcance y la capacidad del mundo de la pornografía, de manera que estamos ante un torrente de obscenidad devastador.
La palabra esperanza en la lengua española está directamente relacionada, por la vía del latín, con la palabra esperar, de ahí que la esperanza esté determinada por lo que se espera.
Dios contempla a los humildes, a quienes están despojados de sí mismos, de sabiduría propia, de fuerza personal y de dignidad adquirida.
La venida del Hijo de Dios al mundo supone el cumplimiento de los deseos más preciados. Los justos se gozan en el otorgamiento por Dios de lo que habían estado aguardando.
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