El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La única manera segura que hay de no desfigurar a Jesús es yendo al Nuevo Testamento, porque allí, en los evangelios y en las cartas, es donde se encuentra lo que necesitamos saber sobre él.
Un compañero inevitable del sufrimiento son las preguntas sin respuesta, que se acumulan y golpean y que ahora estarán haciendo mella en sus vidas.
¿Quién dijo que el secularismo había acabado con la religión? En realidad lo que ha hecho es convertirse en otra religión.
Se ha convertido en un problema, siendo su resultado más patente que las estrellas que podemos ver en el firmamento se cuentan con los dedos de una mano.
Hoy hay muchos que andan en busca de alguna roca en el espacio que les dé certezas.
Lástima que las resoluciones duren poco y aquello de año nuevo, vida nueva, sea solamente un lema nominal, sin contenido real.
¿Quién podrá arreglar este estado de cosas? La humanidad necesita desesperadamente una solución y no superficial ni pasajera.
La palabra verdad se encuentra más veces en evangelio de Juan que en ningún otro del Nuevo Testamento, de modo que Juan es el paladín de la verdad.
En Romanos 8:2-3 se habla de tres grandes leyes espirituales, que nos enseñan cuál es nuestro estado y la razón del mismo, cuál podría haber sido nuestro remedio hipotético y cuál es nuestro remedio real.
Eres ciudadano de la primera por nacimiento y por obras. Pero puedes ser ciudadano de la segunda por el nuevo nacimiento y la fe en Jesucristo.
El verdadero valor de las cosas se mide no por lo que vemos ahora, sino por lo que está anunciado que va a suceder.
Hay una diferencia entre los que decidieron bien y los que decidieron mal en las encrucijadas. Los primeros miraron a Dios. Los segundos solo miraron las dificultades y las maneras de evitarlas.
Cuatro temores que nos pueden convertir en personas de poca fe.
En Dios no hay peligro de despotismo, ni de arbitrariedad.
Lo peor sale justificado, porque se ha acercado a Dios reconociendo su pecado, y lo mejor sale como ha entrado, con su justicia propia. El que no tenía principios sale reconciliado con Dios y el que tenía principios sale reconciliado consigo mismo, pero no con Dios.
Por la gracia de Dios, podemos ser algo bueno, fuerte, digno, auténtico y útil, gracias a que Cristo vino a este mundo, para dar su vida en rescate por ególatras, que de otra manera nunca habrían dejado de serlo.
El gentío quería un Jesús dispensador de bienes y bendiciones materiales. Pero los bienes y bendiciones materiales dispensados momentáneamente por Jesús señalaban a los auténticos bienes y bendiciones, que son de naturaleza espiritual.
En este mundo no sólo existe la basura material, sino también la basura moral.
Una de las facetas en las que el mal se muestra de forma global es en la corrupción.
Hay un texto en la Biblia que adquiere la forma de letanía y es el Salmo 136, donde la expresión repetitiva es, hasta 26 veces, ‘porque para siempre es su misericordia’.
El resultado de esa codicia es la muerte de la estimación propia de la persona abusada, de su dignidad, de su confianza, de su seguridad, de su futuro, de su felicidad.
Hoy, como ayer, el mensaje de los embaucadores sigue siendo el mismo, teniendo muchos seguidores, que son embaucados porque quieren ser embaucados.
Como la codicia sexual es un asunto del corazón, no tiene solución, a menos que el corazón sea cambiado.
Ese Baal de antaño es, bajo otros nombres, el que ahora también quiere imponer su ley, su ideología y sus principios, que están corroídos por la desviación en la que gobernantes y gobernados se han embarcado.
La conclusión a la que se llega es que hay en este mundo una clase diferente de personas, que andan de acuerdo a otros patrones, que no consideran primordial lo que la mayoría considera primordial y que su razón de vivir es muy distinta a la de los demás. A ellos quiero parecerme.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.