El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Es una pieza extraña en el teatro de Unamuno, pero no peca de torpe ni de indolente.
Su fe las llevó a transmitir a Timoteo el amor por las Escrituras, la práctica de la verdad y el temor de Dios.
Siempre la muerte en la obra de Unamuno. Para él, en la vida no caben paños calientes. Dios, la fe, la razón, el más allá, la muerte.
Como mujer virtuosa, cristiana consagrada, empresaria de éxito y entregada a los pobres y necesitados, debe ser ejemplo para las mujeres cristianas de todos los países.
El tema de La Esfinge es el conflicto interior, espiritual, del protagonista, Ángel.
Ananías y Safira decidieron vender sus bienes y entregar el precio de la venta a los apóstoles, aunque engañándoles en la cuantía.
La raíz carece de hojas pero absorbe las materias necesarias para el crecimiento y desarrollo, lo que ocurre con nosotros cuando estamos bien arraigados con nuestros principios en Cristo.
Jesús no se pronuncia directamente en torno a la vida contemplativa sobre la activa; la enseñanza es que los trabajos materiales no impiden atender la doctrina del reino de los cielos.
Puigvert debe haber investigado mucho y asimilado procesos históricos y teológicos que le sirvieron para desentrañar los entresijos doctrinales de los cátaros.
Cuando Cristo nos llama por nuestro nombre, ¿qué nos detiene para acudir a Él?
En la dedicación al teatro Unamuno puso lo mejor de su saber. Creía que el teatro necesitaba ser regenerado.
La principal instigadora de la muerte de Juan el baustista, la mujer sin corazón, fue Herodías. La joven Salomé se lleva la medalla al vicio, a la crueldad y la obediencia a una mala madre.
Este es un libro eminentemente autobiográfico. Condensa una honda experiencia interior.
En la mujer cananea encontramos un brillante ejemplo del poder de la fe. La fe hace portentos en los individuos que se acogen a ella.
El amor no conoce leyes. La herida del amor que por momentos sentía Ricardo la cura la misma que la hace: Liduvina.
Los dos únicos Evangelios que aluden a las hermanas de Jesús, establecen sin equívocos que aquellas mujeres eran hijas de María y José.
Estamos viviendo tiempos de un sincretismo religioso en el que todo vale y en los que no está bien visto señalar los errores que los cristianos vemos en otras religiones.
A ellos no les importaba la mujer, si era adúltera o si era ángel. Simplemente, la utilizaban para cazar al Maestro en alguna contradicción.
Lo que está diciendo Unamuno en esta novela es que aún cuando no podamos escapar de la agonía, del sentimiento trágico, ello no nos tiene que impedir vivir y gozar.
En esta historia destacan dos grandes temas: el don de Dios, encarnado en la persona de Cristo y la espiritualidad de Dios.
Otras obras de referencia consideran esta novela una obra menor en la narrativa de Unamuno. Pero biógrafos, críticos literarios y filósofos no piensan igual.
Los cristianos de la Iglesia primitiva tenían a María Magdalena como una discípula muy cercana a Jesús, con un protagonismo importante en aquellos tiempos iniciales del cristianismo.
Unamuno desarrolla una idea clave en toda su literatura: la frontera entre el sacrilegio de fingir en religión lo que no se cree y la bondad que supone mantener la fe.
Al decir el doctor Lucas que Ana frecuentaba el templo día y noche, indica la frecuencia con la que atendía su vida espiritual.
Esta novela de Unamuno “refleja perfectamente el eterno conflicto entre religión y sexo”.
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