El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Ochoa era mujer católica que, al igual que Gabriela Mistral, tenía la Biblia como libro de cabecera.
Este es un término moderno que sustituye al de mundialización, pero de significado equivalente. Relativo o perteneciente al mundo entero. De esto tenemos mucho en los cuatro Evangelios.
La fe se despertó en él de una forma natural. En Plenitud afirma que “el hombre es un ser organizado especialmente para creer”.
Ante estos y otros disparos de la moderna teología, que en realidad lo que pretende es librarse de la responsabilidad de Dios, el Eterno sonríe compasivo.
Neruda expresa la dramática sed de espiritualidad celestial que invade el corazón humano.
Dios pudo hacerlo. Y lo hizo. Dios quebró la corteza, rasgó los cielos y se reveló a los hombres desvelando el misterio de Su personalidad.
El sentido religioso de la poetisa prohijó en su creación un vínculo profundo con la tierra y con el ser humano.
A Dios no podemos comprenderlo ni explicarlo. Pero Dios, ¿es lo único en el mundo que no se puede comprender ni explicar?
En su obra poética la muerte es una inminencia y el encuentro con la eternidad una realidad garantizada.
El ocultismo se caracteriza por la fascinación que siente por lo secreto. Nada atrae tanto como lo secreto.
La imposibilidad de fotografiar el rostro de Dios, el no poder verlo como vemos al ser de carne y hueso que tenemos junto a nosotros, no son razones para deducir su inexistencia.
Los que no creen en Dios creen que la ciencia atea explica su inexistencia afirmando que Dios no ha hecho al hombre, sino al revés, el hombre ha hecho a Dios.
En casi todas sus novelas hay alusiones, citas y referencias a estas cuestiones trascendentales. Personajes que discuten, aprueban o desaprueban, creen o no creen en la espiritualidad del ser humano.
Fue un gran poeta, un incomparable artista, un innovador de las ideas y del verso.
Protestante Digital podría ampliar su presencia si dispusiera de los medios económicos necesarios.
Toda su obra está llena de obsesiones religiosas y teológicas.
La Biblia, verdadera biblioteca que trata todos los temas que interesan a los seres humanos, no silencia los viajes.
De la religiosidad de Miguel Ángel Asturias se conoce muy poco. Se ha desarrollado siempre en un ámbito recatado. Según sus biógrafos más imparciales, la figura de Cristo le obsesionó siempre.
La fe es don de Dios. La razón es producto de la mente.
Plasmaron la realidad social de Hispanoamérica y exaltaron la identidad nacional, lo que llegó a convertir su obra en una expresión autóctona con un sentimiento de pertenencia nacional.
Sin Dios dejaríamos de ser personas. Él nos ha creado y quiere mantenerse en comunión con nosotros. Para nuestro contacto con Él existe una estructura infalible: la fe.
Un libro para ser leído y estudiado ahora y en el próximo siglo.
La razón carece de dominio si sólo pone su mirada en la tierra.
En 2019 la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y Tecnológico, dependiente de la UNESCO, definió la Inteligencia Artificial como “un campo que implica máquinas capaces de imitar determinadas funcionalidades de la inteligencia humana”.
Atenas era en tiempos antiguos el templo de la razón, enaltecida por filósofos tan importantes como el trío compuesto por Platón, Sócrates y Aristóteles. Jerusalén, reconocida como ciudad sagrada por judíos, musulmanes y cristianos, era el santuario de la fe.
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