El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Cuando un científico utiliza el argumento del mal contra el diseño inteligente de los seres vivos, está inmediatamente abandonando la ciencia para adentrarse en las aguas de la filosofía y la teología.
Capté este paisaje muy temprano en una playa del Algarve portugués. El Sol no se había despegado todavía del mar. Los tonos anaranjados lo cubrían todo como un inmenso filtro.
Creo que el naturalismo metodológico ha llegado a ser hoy una mala filosofía para explicar los orígenes.
Ciertas aves rapaces que se usan en cetrería, como algunas especies de halcones, están más estrechamente relacionadas con pequeñas aves cantoras, del tipo jilgueros, que con otras especies de halcones y águilas.
La labor de la ciencia no tiene por qué paralizarse porque se acepte la creencia en un Dios creador.
Lo pequeño siempre me ha parecido bello. La escala de tamaños suele ser relativa en el universo. El macrocosmos es comparable al microcosmos, quizás porque a Dios le seducen las matemáticas.
Mahoma se distingue de Jesús, entre otras muchas cosas, porque no repudió el uso de la violencia sino que aceptó la guerra santa o yihad.
Actualmente hay cristianos que están muriendo por su fe, mientras otros parece que estemos hibernando como los osos o viviendo del recuerdo de tiempos pasados. ¿Cuándo despertaremos de este sueño invernal?
En este tercer milenio no va a ser posible ser cristiano, sin serlo radical y apasionadamente.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera (Cantares 2:7).
La experiencia de la migración no tiene por qué ser necesariamente el factor fundamental del fracaso escolar y personal.
Es difícil describir la emoción que experimento cada vez que consigo enfocar, en el visor de mi cámara, una criatura aparentemente tan frágil como ésta. Inconscientemente, dejo de respirar un segundo antes de cada disparo.
Hay un sentimiento de rechazo en Europa entre quienes temen estar siendo invadidos silenciosamente por un ejército de inmigrantes con idiomas, creencias y culturas diferentes a la suya.
“Pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Is. 40:31).
José, su esposa María y el pequeño Jesús sufren las condiciones dramáticas de los prófugos, los desterrados, los emigrantes que tienen que dejar su casa, su tierra y su cultura para poder sobrevivir.
Durante la época de reproducción, o en ocasiones de gran excitación, el pico y las patas se vuelven súbitamente rojos.
Poseen sentidos aparentemente simples: una red de neuronas, células que pueden detectar la luz y unas cavidades sensoriales que les permiten identificar a sus presas. Pero no tienen cerebro, ni ojos, ni tampoco corazón.
El Magnificat de María es uno de los textos más subversivos de la historia. En él se presentan tres grandes revoluciones de Dios.
La lengua de las mariposas o espiritrompa, como ésta que fotografié en verano, es en realidad su aparato bucal modificado para absorber néctar.
La transparencia obligatoria y la exigencia de responsabilidades puede ayudar a combatir la corrupción, pero lo fundamental será siempre la honestidad individual.
Las arañas saltadoras, como ésta que capté sobre una maceta de mi balcón, apenas llegan al centímetro de longitud pero poseen una visión muy eficaz, que es una de las mejores que se conocen en el mundo de los artrópodos.
Cuesta mucho esfuerzo construir la democracia representativa, y ahora la gente sigue confiando en ella pero no en los encargados de administrarla.
Llegan silenciosos de África, una semana o diez días antes que las hembras, pero en cuanto se posan en la Península Ibérica abren los picos y dejan escapar sus melodiosos trinos a los cuatro vientos.
¿Por qué existe algo en vez de nada? Esta pregunta no puede responderse desde la ciencia pero, ¿puede hacerse desde la filosofía? El Dr. William Lane Craig cree que sí.
Hay una gran diferencia entre los aguijones de avispas y abejas. El de las primeras es rectilíneo, afilado y lo pueden usar para defenderse tantas veces como sea necesario. Mientras que el de las abejas, tiene forma aserrada de arpón y cuando deciden clavarlo están firmando su pena de muerte.
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