El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Un cristianismo sin Iglesia sería cualquier cosa menos cristianismo. Creo y amo la Iglesia.
Construyamos hombres de valores internos, de principios morales, maduros en sus responsabilidades.
El ser humano cambia el decorado del fetichismo pero sigue ignorando lo que no entiende de la genuina Fe, porque ésta tiene que ver con manifestarse en conductas nobles de vida y no festivaleros teatros religiosos.
El frágil ser humano debe sentirse juntamente orgulloso de haber traspasado y accedido a tan impresionante espectáculo espacial.
La fe, decimos que mueve montañas, y el amor las cubre de bosques, las nace de ríos y las colma de lagos.
Obramos según nuestras creencias, y si nuestras ideas son erróneas, también lo serán nuestros actos.
Creernos dignos de juzgar al prójimo es vernos ya como sus superiores, incurriendo en pecado de orgullo, voluminosa viga que oscurece nuestra visión.
Guardar rencor es un virus letal, es mucho más peligroso que morir.
Cuando uno profundiza un poco en la vida, resulta asombroso lo pronto que se deshace de aquello que es superficial.
El hombre, con todo su saber actual, parece ignorar que la vida es lo más importante de la persona.
El poema de Rudyard Kipling titulado 'Si', es certero, es simple y profundo al mismo tiempo, como todas las grandes obras.
¿Nos estaremos convirtiendo en amantes de fetiches, huesos y elucubraciones, más que de las personas y sus obras?
Lo que Jesús reprocha a Marta no es el trabajo, sino el trajín, no la hospitalidad, sino el postín; no la generosidad, sino la prodigalidad.
¿Es pecado recortar salarios y pagas extras, robarle al ciudadano, mientras se engordan las cuentas de los que ya mucho tienen? Sí, claro que sí.
Un hombre en paz consigo mismo no necesita hablar de la alegría, porque le saldrá en todas sus palabras.
Lo que tenemos es la vida, y cada Nochevieja, en lugar de las uvas, falseadoras de esperanzas, deberíamos mostrar gratitud al Señor de la Vida por vivir.
El Dios autor de tanta ternura, y la Natividad es una muestra de ella ¿nunca sufrirá al saberse olvidado o despreciado?
La risa del hombre moderno ha perdido el temor de Dios.
El que persigue buenas razones en Ti, siempre las encuentra.
Nosotros te hemos enmendado la plana para organizar una religión como Dios no manda.
Como la grandes ciudades necesitan del pulmón de los parques y jardines, el alma requiere de los espacios verdes del espíritu.
Declaramos muy a menudo: “todo está corrompido”; ¡bien que nos quedamos en el lado de: ‘nosotros no’!
Si yo tuviera que escoger un momento histórico para vivir, desde el punto de vista de la salud, no tendría ninguna duda: escogería el nuestro.
Se nos lleva tiempo diciendo que España funciona, y no es verdad.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.