El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Sabemos que somos amados. No por lo que somos o hacemos, sino porque quien nos ama quiere hacerlo.
No dudó en entregarlo todo por ti y por mí.
Piensa en tus objetivos y trázalos de acuerdo a tu corazón, pero no te esclavices con ellos.
El domingo 10 de septiembre es el Día de las Naciones Unidas de la lucha contra el suicidio. Un vídeo de Jaime Fernández.
Pilato tuvo muchas ocasiones para decidirse por Jesús, pero no lo hizo.
Para y piensa. Reflexiona sobre lo que es importante en tu vida.
En la cruz, Jesús quiso llevar voluntariamente el dolor de la humanidad.
En la cruz sus manos fueron traspasadas. Esa es la muestra de su amor inquebrantable.
En las horas previas a su muerte, muchas personas mostraron cuál era el valor que tenía Jesús para ellas.
Deberíamos vivir con un corazón enamorado de la Vida, con mayúsculas, que es el Señor Jesús.
No nos dejemos llevar, como Judas, que traicionó al mejor amigo que tenía.
Da gracias a Dios porque tienes la oportunidad de vivir un día más.
La clave de la historia es el señor Jesús. Es a él a quien seguimos.
Cuando somos niños, todos soñamos con ser héroes o heroínas. Dios siempre cumple ese sueño: seas quien seas, estés donde estés y sean cuales sean tus circunstancias.
Sus ejercicios eran admirados por todos, no solo por su habilidad, sino sobre todo porque su pierna izquierda era de madera: le había sido amputada por un tren.
A ninguno de nosotros nos gustaría estar en esas tres categorías, pero déjame decirte que caemos en ellas a menudo.
Es Jesús quien busca a Pedro para restaurarle. Así hace también con nosotros.
Muchas veces no necesitan ser gritadas o publicadas en los medios de comunicación para transformar o revolucionar la vida de muchas personas.
Muchas veces nuestra bondad o nuestra maldad se refleja en la manera de mirar.
El fariseo se cree mejor que los demás, al no comprender el verdadero significado de la gracia de Dios.
El honor no se puede fingir, y tampoco se puede esconder. O se tiene o no se tiene.
Los discípulos vieron a Jesús lavándoles los pies. Entonces, aprendieron que en el reino de Dios, el mayor es quien sirve.
Los dedos de Dios y del hombre se tocan cuando cada persona reconoce que su capacidad para crear es un regalo de su propio Creador.
Jesús no nos llamó a una vida de éxito, sino a una vida de servicio.
Dedicar tiempo a los que queremos es una de las mejores decisiones de nuestra vida.
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