El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Esta puede ser la frase que guíe tal ‘nueva’ Misión: “Porque ejemplo os he dado para que, como yo he hecho, vosotros también hagáis”.
Un cántico o confesión del poeta a su amada compañera, de quien sigue felizmente esposado.
Tú, cristiano de todas partes, busca tu origen en el Sermón de la Montaña.
Ante la situación del hombre y su soledad sin asidero, ante sus dudas, el poeta trata de la Visita que este hombre recibe del Amado y de cómo brilla de nuevo su existencia
No a la diestra; tampoco a la siniestra: al centro del Evangelio, que no es reino de oscuridad ni de óxidos ciegos.
El poeta se centra en los niños, tan queridos por Jesús: “Dejad a los niños, y no les impidáis de venir a mí; porque de los tales es el reino de los cielos”.
La oración, a veces, requiere frenar los labios. Gran derrota (la peor, si cabe) obtendrá quien no es consecuente con aquello que en alto vocea.
Quien desea servir, primero debe derrochar empatía hacia los demás. No teman hacerlo: es gratis.
Un nuevo Moisés advierta la deriva de aquellos que partieron por la senda equivocada.
El poeta deja conocer el primer poema, de los 25 que componen el primer cuaderno de su libro ‘Los Éxodos, los Exilios’, recientemente presentado en Salamanca.
El dinero no es un pequeño Dios, pero hay quienes combustionan su corazón ante tal presencia. No resulta sacra esa costumbre; tampoco la de corromperse por tenerlo cerca.
El poeta testimonia su afecto a Juan de Yepes o de la Cruz, y se entraña en su ejemplo de sencillez y entrega espiritual.
No a la diestra; tampoco a la siniestra: al centro del Evangelio, que no es reino de oscuridad ni de óxidos ciegos.
El poeta busca instalarse en la mejor inocencia, en el asombro necesario para esperar el retorno del Amado galileo.
Alencart, poeta peruano-salmantino, ofrece a los lectores de P+D el pórtico que aparece en su libro ‘Los éxodos, los exilios. (1994-2014)’, publicado recientemente en Lima.
El poeta habla del cielo del subsuelo, otra Realidad para el cristiano: “La tercera llave es la aurora del asombro,/ la verde hoguera que ni el diluvio apaga”.
Para Alencart “habrá que ir desaprendiendo esa escorada enseñanza de las Escrituras, muy ligada al prejuicio y al estigma que ‘en el mundo’ se tiene hacia la poesía”.
Alencart dedica este poema al destacado teólogo Plutarco Bonilla, su amigo y hermano español-costarricense. Y Cristo siempre donándonos la tabla de Salvación.
Alencart ofrece su tercera entrega sobre la importancia de la Poesía para el creyente cristiano. Ahora se centra en difundir los escritos de León Felipe y Gabriela Mistral, de España y Chile, respectivamente.
El poeta aparca, por esta semana, la exposición de su propia obra, y dedica su blog a difundir la última obra de un hermano en la fe cristiana y en la fe poética, el pastor chileno Luiz Cruz-Villalobos.
Poesía es Resurrección, es milagro, es conmoción espiritual. Poeta es el Padre: “En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”.
Para el vasco-salmantino Miguel de Unamuno, “la envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”. Alencart, poeta cristiano, ahora ofrece un texto inédito que orbita en torno a este resentimiento.
Dios se nos revela básicamente en dos poemas: el Poema de la Creación y el Poema de la Salvación.
El poeta vuelve a dejar aparcados sus versos para, fraternalmente, exponer textos del poeta chileno Luis Cruz-Villalobos.
Rescatemos, al menos, las palabras esenciales: Solidaridad, pan, Cristo, libertad, justicia, humildad… ¡Hagamos que la Palabra vuelva a ser salvación!
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